La contaminación por ozono troposférico alcanza en Madrid niveles perjudiciales una vez más, debido a la combinación de fuerte insolación, anticiclón e intenso tráfico. Ecologistas en Acción pide a las nuevas administraciones que marquen la diferencia dando prioridad a este grave problema de salud pública por medio de medidas eficaces. Es imprescindible el control del tráfico en la región madrileña, dado que es el principal emisor de gases precursores del «ozono malo».

Las dos redes de medición de la contaminación existentes en la región, la del Ayuntamiento de Madrid y la de la Comunidad de Madrid, han registrado el fin de semana niveles de concentración de ozono troposférico que superaron el umbral de aviso a la población fijado por la normativa europea (180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire durante una hora). Este nivel exige a la administración que informe de forma inmediata a la población para que se tomen medidas de protección a la salud, como las de permanecer en reposo y en el interior de las viviendas en las horas centrales del día para las personas más sensibles, o tratar de evitar esfuerzos físicos al aire libre.

Las estaciones de Orusco (187 µg/m3), Alcalá de Henares (184 y 197) y Alcobendas (181), en la red de la Comunidad de Madrid, superaron este umbral en los últimos días. También lo hizo la de Barajas Pueblo (181), de la red del Ayuntamiento. Y se le sumaron superaciones registradas en estaciones limítrofes a Madrid, como la de Azuqueca de Henares y la de Guadalajara, en Castilla – La Mancha. En todos esos casos, el problema se origina en el área metropolitana de Madrid, donde el tráfico intenso de los coches causa los gases que originan luego el ozono troposférico. Los efectos del ozono malo, un gas inoloro e incoloro pero muy tóxico, se suelen registrar primero lejos de los tubos de escape, más allá de la ciudad. Pero eso no puede eximir de responsabilidad al Ayuntamiento de Madrid, como subraya Ecologistas en Acción.

Es previsible, en todo caso, que los niveles de ozono troposférico lleguen a cotas alarmantes en las estaciones municipales y de la comunidad autónoma, como ha ocurrido en los últimos años. El Umbral de Protección a la Salud (concentración de ozono superior a 120 µg/m3, de media en 8 horas) se rebasó ya de forma generalizada en estos días en las estaciones de la red autonómica.

La “temporada” del ozono, que va desde abril hasta septiembre, corresponde con los periodos de mayor incidencia de los rayos solares nuestro territorio. El sol, al incidir sobre algunos gases producidos por diversas actividades, inicia una reacción fotoquímica que acaba formando ozono troposférico, conocido como “ozono malo”.

Ecologistas en Acción hace hincapié en la incidencia sobre la salud y los ecosistemas de la contaminación por ozono. Este gas tiene una fuerte incidencia sobre la calidad de vida de las personas, ya que su acción oxidante afecta al tracto respiratorio de las personas y en especial en aquellas más débiles, como los niños y ancianos. También la creciente población asmática sufre ante la presencia de este gas, obligando a un creciente consumo de medicamentos antihistamínicos para paliar sus efectos.

Ecologistas en Acción reclama que se afronte una política decidida y firme para combatir la contaminación en general, y la del ozono en particular, por las dos administraciones que velan por la calidad del aire en la región (Ayuntamiento y Comunidad de Madrid) a través de políticas coordinadas que reduzcan la movilidad motorizada, principal causante de la mala calidad del aire.