La Asociación de Vecinos del Barrio del Pla y la Colla Ecologista d'Alacant – Ecologistes en Acció han vuelto comprobar, que al igual que el año pasado, en las pinadas de las laderas norte del monte Benacantil y la Serra Grossa se han secado numerosos pinos y otros están prácticamente secos, debido al lamentable y continuado estado de abandono al que están sometidas estas pinadas.

Esta circunstancia, agudizada por las altas temperaturas de este verano que aumentan los procesos de evapotranspiración de las plantas y por tanto su deshidratación y debilitamiento, favorece el ataque de plagas, como indican ciertas sintomatologías detectadas en algunos ejemplares. La debilidad generalizada de los árboles ha facilitado la propagación de estas plagas -sobre todo de escolítidos (escarabajos perforadores del pino)- que,finalmente, podrían acabar con toda la pinada.

Otra consecuencia de esta situación es la proliferación de combustible (materia seca), lo que puede ser un riesgo de incendio debido al uso frecuente de estos espacios por los vecinos y las vecinas de la ciudad.
Por todo lo anterior, el pasado 21 de julio ( como ya se hizo el año pasado ) se volvió a presentar una instancia,esta vez ante la nueva corporación municipal, reclamando que el Ayuntamiento realice urgentemente los riegos de emergencia necesarios para evitar el deterioro de las pinadas de la ladera norte del monte Benacantil y la Serra Grossa o incluso un más que posible incendio forestal en pleno corazón de la ciudad.

Sin embargo, después de casi un mes transcurrido, ni se ha contestado a la instancia ni se ha observado que el Ayuntamiento haya actuado con la urgencia que se le demandaba y la situación requiere.

Además de ésta primera actuación urgente, estas asociaciones consideran necesario que el Ayuntamiento diseñe y ponga en marcha a medio plazo un plan para garantizar e incluso mejorar el mantenimiento de la citada pinada mediante la aplicación de un protocolo de riegos y la retirada paulatina de los ejemplares muertos o más débiles que pudieran ejercer un efecto de atracción, reservorio y propagación de plagas, y un resalveo del resto del conjunto, para permitir la configuración de una pinada sana y fuerte, consistente en una reducción de la densidad de ejemplares en algunas zonas que impiden el normal desarrollo entre ellos, manteniéndose algunos pies “secuestrados” (débiles y poco desarrollados), permitiendo así la configuración de una pinada sana y fuerte en un futuro.