Parecía que el comercio de aves para consumo en establecimientos o en la vía pública se habían convertido en algo anecdótico. Sin embargo, en los últimos años estamos detectando un aumento considerable de la caza ilegal de aves e incluso comienzan a llegarnos noticias de que en algunas ventas y bares se ofrecen a clientes de confianza en zonas reservadas.

Sobre todo está creciendo el uso de costillas, también llamadas perchas, y de redes invisibles combinadas con reclamos acústicos electrónicos.

Las costillas o perchas afectan mayoritariamente a pájaros insectívoros. Es fácilmente detectable su uso, aunque no se sorprenda al furtivo colocándolas, por los rastros que dejan al coger las hormigas aladas que les sirven de cebo o por los restos de tierra removida que usan al colocarlas para camuflarlas.

Las redes invisibles o japonesas afectan a cualquier tipo de ave tanto insectívoras como granívoras u omnívoras. Combinadas con los reclamos electrónicos son extremadamente dañinas, llegando a capturar cientos de aves en una sola jornada.

La caza de aves causa un perjuicio ambiental enorme, ya que son las encargadas de controlar las poblaciones de insectos que dañan cultivos, jardines y bosques. Así mismo dispersan semillas de plantas, contribuyendo de esta forma a conservar los distintos ecosistemas y regenerar espacios degradados. Además forman parte de la dieta de otras especies, algunas de las cuales se encuentran en peligro de extinción.

Creemos que la disminución de agentes de la autoridad y de los medios con los que cuentan, están extendiendo la sensación de impunidad entre los furtivos. Así mismo la carencia de legislación o la no aplicación de la misma hace que comprobemos como se anuncia impunemente la venta de redes y reclamos o incluso de aves, sobre todo jilgueros, verderones, verdecillos y pardillos.

Desde Ecologistas en Acción de Jerez hacemos un llamamiento a las administraciones para que intensifiquen la lucha contra la caza ilegal de aves.

Pedimos al Ayuntamiento de Jerez que prohíba y controle la venta de trampas ilegales en el mercadillo de los domingos en la Alameda Vieja, ya que hemos comprobado con frecuencia la venta de costillas, jaulas trampa y cepos. Con menor frecuencia también hemos detectado la venta de especies como las anteriormente mencionadas. Así mismo le pedimos que Policía Local y Vigilantes Municipales de Medio Ambiente intensifiquen el control de estas actividades en la ciudad y sus alrededores ya que hemos podido comprobar cómo en zonas como la Hijuela del Serrallo, Hijuela de Pino Solete, el entorno de Estella del Marqués, o incluso en la zona trasera del Parque Zoológico se llevan a cabo con total impunidad.

Ecologistas en Acción pide a los ciudadanos que detecten cualquier actividad de caza o comercio ilegal de especies lo ponga en conocimiento de la Guardia Civil, Agentes de Medio Ambiente, Policía Autonómica, Policía Local o Vigilantes Municipales de Medio Ambiente.