Ecologistas en Acción de León ha presentado una denuncia ante el Ministro de Defensa por el incendio forestal en el campo de tiro de El Teleno y que duró desde el día 20 al día 24 de septiembre de 2005, quemando casi toda la superficie de la zona de caída de proyectiles, es decir alrededor de las 5.900 hectáreas de terreno.

De estas 5.900 hectáreas alrededor de 2.500 eran de robledales, Quercus petrea, Quercus pyrenaica, e híbridos, así como abedules, alisos, pequeñas manchas de acebos, sabina rastrera, otras especies de árboles frutales autóctonos y especies endémicas con graves problemas de supervivencia debido a los incendios y otras 2.400 hectáreas pertenecientes a la ZEPA ES4130022 Montes Aquilanos.

El incendio se produce el martes día 20 y no se intenta apagar, porque según reconocen algunas autoridades los responsables del campo de tiro no permiten el uso de medios aéreos hasta después de 23 horas, entendemos con el único objetivo de aumentar la superficie quemada y así poder conseguir un aumento significativo de tiro con fuego real en esta instalación, actualmente controlado debido a los incendios.

Esta catástrofe pudo ser mucho mayor sino se realizan las labores pertinentes para impedir la extensión del incendio por las 48.000 has forestales afectadas por el campo de tiro y que están dentro de la ZEPA ES4130022 Montes Aquilanos. Ya en el año 1998 unas maniobras militares provocaron la quema de 4.800 has de pino maduro de los montes de Tabuyo, Nogarejas, Castrocontrigo y Torneros de Jamuz dejando a estos pueblos sin recursos naturales durante muchos años y todos los años arden por este motivo unas 1.000 has de territorio dentro del campo. Lo que demuestra que la garantía ambiental ISO 14001 no ha funcionado y que sólo es un barniz ante la opinión pública para zonas de asentamiento de las unidades, nunca en la de caída.

El tema de la seguridad del campo esto otro de los puntos débiles de la instalación, ahora ha tenido su incidencia en el control y extinción del incendio, ya que se tira con fuego real por encima de pueblos, infraestructuras y lugares de trabajo, extiendo en los últimos años dos hechos que corroboran esta situación, la explosión el día 11 de marzo de 1999 a la altura de Boisan, pueblo afectado por la radio de acción del campo de tiro y la última que tuvo lugar a la altura del río de Luyego mientras numerosas personas realizan diversas labores agrícolas o ganaderas, el día 25 de marzo de 2004, o el encuentro de un obús sin explotar fuera de la zona de caída y en un lugar muy transitado.

Ante esta grave situación Ecologistas en Acción ha instado al Gobierno a que paralice de forma inmediata el tiro con fuego real, a que realice un plan de regeneración ambiental de la zona afectada y desmantele la instalación.