Los límites de captura para 2016. Una decisión crucial que marca el futuro de los recursos pesqueros del Atlántico.

Durante los días 14 y 15 de diciembre, como cada año por estas fechas, los ministros de pesca de la UE se han reunido para alcanzar un acuerdo sobre los límites de captura de las principales especies comerciales para el 2016 en el Atlántico.

Ecologistas en Acción, habiendo participado ya de forma activa en el proceso de la reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC), ahora trata de que los pactos acordados en el reglamento se implementen. Citando a la propia PPC, línea base de trabajo y pilar firme de sus reivindicaciones, esta pidiendo al grupo de los 28 que respeten el objetivo de restablecer y mantener las poblaciones de peces por encima de unos niveles capaces de producir el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) en 2015, siempre que sea posible, y de forma progresiva y paulatina, a más tardar en 2020.

Según datos de la Comisión Europea, actualmente el 48% de las poblaciones de peces en el Atlántico se encuentran sobreexplotadas. Este escenario se ha logrado tras años y años de una legislación laxa y permisiva con la sobrepesca. Los totales admisibles de captura (TAC) acordados el pasado año excedieron las recomendaciones científicas en el 56% de los casos. Para este año próximo, la brecha entre la recomendación científica y la ordenación pesquera ha disminuido, pero sigue existiendo en las principales especies sometidas a sobreexplotación.

Se sabe que alcanzar un compromiso político es mucho más sencillo que poner en práctica los pactos acordados, pero se debe exigir el cumplimiento de la política comunitaria en todos los casos.

El nuevo acuerdo para 2016: análisis de las especies clave para la flota española

Las pesquerías de merluza, gallo y rape de la zona sur (aguas ibéricas) son clave para el sector y para la economía de las zonas altamente dependientes de la pesca de los municipios costeros del caladero Cantábrico y Noreste. Este papel crucial debería propiciar un mejor control y regulación de sus poblaciones, procurando que su biomasa se mantenga por encima del RMS. De este modo, logrando una explotación sostenible del recurso, se podría asegurar el futuro a largo plazo del sector pesquero dependiente. Pese a ello, sus cuotas de captura han sido sistemáticamente establecidas por encima de las recomendaciones científicas y este año 2016 no será una excepción.

La resolución de la Comisión con respecto a las tres especies citadas excede la recomendación del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en sus siglas en inglés). En el caso de la merluza sur, la recomendación de ICES fue la de una reducción del 60,5 % en el TAC respecto al 2015 y se ha acordado una reducción de tan solo el 21,5%. Para el caso de las dos especies de gallo sur, ambas tenían una recomendación conjunta que proponía una reducción total del 26% sobre 2015. Sorprendentemente la Comisión ha acordado un muy escaso 1%. Por último, el asesoramiento científico también recomendaba una reducción en las dos especies de rape del 19% y se firmó una bajada del 14%.

Para Ecologistas en Acción en 2016 se continuará con una gestión cortoplacista de las pesquerías en la que se priorizan los beneficios económicos inmediatos frente a la protección de los ecosistemas y las especies objetivo de pesca. Los tres TAC fundamentales para la sostenibilidad económica de las flotas se han vuelto a establecer por encima de las recomendaciones científicas. Si se sigue legislando en favor de la sobrepesca, el futuro de nuestros recursos pesqueros y de las flotas dependientes será incierto.