La OTAN convirtió España en un escenario de las guerras futuras de la Alianza.

Andreas Speck, Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía (RANA). Revista El Ecologista nº 87.

Estas grandes maniobras son muy significativas: muestran las nuevas estrategias y perspectivas de la OTAN como fuerza mundial, no para defender la ‘democracia» y mucho menos los derechos humanos, sino para imponer y reforzar los intereses de los principales países capitalistas: EE UU y la UE. En un mundo cada vez más pluripolar (OTAN, Rusia, China, India, Brasil…) y con cada vez menos recursos naturales, la OTAN se prepara para ‘defender» sus intereses, si fuera necesario, a través de la intervención militar.

Desde el 21 de octubre hasta el 6 de noviembre de 2015, 20.000 militares de más de treinta países convirtieron territorio español en un escenario de guerra durante la “fase real” (LIVEX) del ejército “Trident Juncture 2015” de la OTAN. Además de en territorio español se llevaron a cabo estas megamaniobras en Portugal e Italia. Otra parte de ellas tuvieron lugar en Bélgica, Canadá, Alemania, Países Bajos y Noruega; y los partes navales de las maniobras se situaron en el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. En total participaron 36.000 militares de más de 230 unidades, 60 buques de guerra y 140 aviones militares.

En el Estado español se desplegaron en los Centros Nacionales de Adiestramiento de San Gregorio (Zaragoza) y Chinchilla (Albacete), en el Campo de Maniobras y Tiro Álvarez de Sotomayor (Almería) y en el Campo de Adiestramiento Anfibio de la Sierra del Retín (Cádiz), así como en las bases aéreas de Albacete, Son San Joan (Palma de Mallorca), Torrejón y Zaragoza. También las bases navales de Rota y Cartagena fueron escenarios de las maniobras.

Para el desplazamiento de tantos militares la Guardia Civil escoltó a 230 convoyes de militares extranjeros con 3.000 vehículos y a 4.000 militares desde varios puertos o aeropuertos a los escenarios de las maniobras –uno de ellos fue bloqueado por un grupo antimilitarista en el puerto de Sagunto (Valencia)–.

El futuro: guerras híbridas y conflictos sobre recursos y como consecuencia del cambio climático

La planificación de esas megamaniobras empezó hace tres años. En la Cumbre de la OTAN celebrada en Gales en 2014 se decidió la formación de una nueva “Fuerza de Muy Alta Disponibilidad”, capaz de intervenir en cualquier lugar del mundo en 48 horas y sostener su operación durante tres meses; y también una intensificación de su programa de maniobras. La pregunta es: ¿para qué todo eso?

Normalmente la primera respuesta es que se debe a Rusia y al conflicto en Ucrania. Es cierto que un despliegue militar tan amplio sirve para mostrar a Rusia la capacidad y voluntad militar y política de la Alianza frente a la política más conflictiva de Putin. Sin embargo, el escenario de las maniobras llevadas a cabo no trata sobre un caso englobado en el capítulo V del tratado de la OTAN –la defensa de un país miembro atacado por otro país–, ni se trata de un escenario en el norte o este de Europa o Asia Central.

El Escenario Sorotan, desarrollado para esas maniobras, trata de un conflicto relativo al acceso al agua entre dos países ficticios en la región –también ficticia– de Cerasia que se convierte en una guerra, en la que la OTAN –según su lógica militarista– tiene que intervenir. ¿Dónde están Sorotan o Cerasia? Pues según el general Hans-Lothar Domröse, comandante de las maniobras, “Sorotan […] es algo como una parte de África”.

No debe sorprender que la OTAN tenga intereses en África ya que el continente tiene una riqueza abundante de recursos naturales. Por ejemplo, posee importantes recursos mineros que representan una alta proporción de las reservas mundiales. Es el caso de minerales tan importantes como el platino (89% de las reservas mundiales), cromo (81%), manganeso (61%) o cobalto (60%), entre otros. A la vez, encontramos una relación muy clara entre recursos minerales e hidrocarburos y conflictos sociales y armados, además de una degradación ambiental muy fuerte, que ya en sí misma puede causar conflictos.

Sobre los recursos naturales de África existe una fuerte competencia entre varias potencias globales. Especialmente China está invirtiendo en muchos países y construyendo infraestructuras para asegurarse los recursos naturales –sobre todo minerales– del continente. La Corporación Nacional de Petróleo de China, una de las principales empresas petroleras del país asiático, se abastece casi totalmente del crudo extraído de Sudán y Sudán del Sur. China también participa militarmente en la misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur. De hecho, es la primera vez que lo hace con militares en una misión militar en África. Ahora está negociando una base militar en la ciudad de Obeck de Djibouti. Aunque la presencia militar china todavía es poca en comparación con EE UU o los antiguos poderes coloniales Francia y Reino Unido, las maniobras se pueden entender como una señal de que la OTAN no va a tolerar que China se establezca en África como un poder militar.

¿La OTAN junto con la sociedad civil? Las nuevas “guerras totales”

La guerra híbrida de que habla la OTAN es realmente una guerra total que incluye a todos los aspectos de la sociedad. A nivel militar, la guerra híbrida incluye la guerra cibernética, más inteligencia militar y el uso de nueva tecnología como los drones –con muchas víctimas colaterales, como podemos observar desde años en Afganistán, Pakistán, Yemen y otros países–.

Ahora la OTAN admite que solamente por la vía militar no se puede crear la paz. En julio de 2015 el comandante de las maniobras, enfatizó que crear paz “y lo sabemos de memoria […] que solamente es posible con las organizaciones internacionales y con las organizaciones grandes como la Cruz Roja, la asistencia humanitaria, y la Unión Europea como corredor de poder”. En la nueva formar de ejercer las guerras de la OTAN las instituciones civiles tienen un papel clave.

Una versión inicial de la información sobre Trident Juncture en la página web de la OTAN decía que: “El objetivo de la participación de Organizaciones internacionales/ ONG/ Organizaciones Gubernamentales en las maniobras es mejorar la habilidad de la OTAN de interactuar con actores civiles esenciales”. La lista de las organizaciones anteriormente publicadas incluía a la Unión Europea, el Comité Internacional de la Cruz Roja, varias agencias de la ONU, una lista de ONG y agencias estatales de cooperación de desarrollo. Con esta cooperación la OTAN está intentando cooptar a las instituciones civiles y las ONG para integrarlas en su estrategia, como ya criticaron varias ONG durante la guerra de Afganistán.

El Estado español: la punta de lanza de la OTAN

En el juego de poder en relación con África, el Estado español tiene un papel importante y además, sus propios intereses militares y económicos. De hecho, está muy activo militarmente en el continente, tanto en misiones de la ONU, de la UE, como en cooperaciones bilaterales con países africanos, como Mauritania.

Así, la gran mayoría de las misiones militares del Estado español tienen lugar en África o en Oriente Próximo. Los temas principales de las misiones son “la lucha contra el yihadismo”, el control de la migración ilegal, y – menos reconocido– el acceso a recursos naturales, tanto directamente o sobre la seguridad de las rutas de transporte de esos recursos (Mar Rojo y el Cuerno de África).

También es la punta de lanza por su proximidad al continente y por su infraestructura militar y civil. Por ejemplo, el puerto de Las Palmas en las Islas Canarias se ha convertido en una “base estratégica para la ayuda humanitaria para África” de la Cruz Roja, del Programa Mundial de Alimentos de la ONU y de la USAID. Esas tres agencias participaron en las maniobras Trident Juncture 2015.

Conclusiones

Las megamaniobras Trident Juncture 2015 son muy significativas: muestran las nuevas estrategias y perspectivas de la OTAN como fuerza mundial, no para defender la democracia y mucho menos los derechos humanos o la igualdad de las mujeres (una de las justificaciones propagandísticas de la guerra en Afganistán), sino para imponer y reforzar los intereses de los principales países capitalistas: Estados Unidos y la Unión Europea. En un mundo cada vez más pluripolar (OTAN, Rusia, China, India, Brasil…) y con cada vez menos recursos naturales, la OTAN se prepara para defender sus intereses, si fuera necesario, a través de la intervención militar.

Es importante que nosotras/os, como pacifistas y ecologistas, reforcemos la lucha antimilitarista para frenar estas dinámicas.