El campo de golf de 9 hoyos proyectado en 2013 por el Real Club de Puerta de Hierro, anexo al existente, finalmente no se construirá. El promotor accedió a retirar el proyecto ante los problemas ambientales y urbanísticos que generaba la nueva instalación. En concreto, el nuevo campo necesitaría talar una masa forestal con más de 800 árboles adultos, la mayor parte pinos piñoneros. Además las instalaciones ocuparían suelos con la obligación urbanística de ser de uso publico, algo difícil de garantizar en uno de los clubs de golf más elitistas y exclusivos de Madrid. Los colectivos Ecologistas en Acción y GRAMA se felicitan por la retirada del proyecto.

El nuevo campo iba a ocupar una superficie de unas 14 hectáreas (unos 14 campos de fútbol) utilizando terrenos anexos pertenecientes al antiguo cuartel militar de Buenavista, con una extensión de 5,4 ha, finca cedida por Patrimonio Nacional al Club de Puerta de Hierro (como el resto de las instalaciones). Existe un completo oscurantismo respecto a la forma y las condiciones por las que fue agregada esta finca a los terrenos del Club.

De haberse talado los 841 árboles que ocupaban el lugar donde iba el campo de golf, de acuerdo con la Ley 8/2005 de Protección y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid, el promotor hubiera tenido que reponer más de 26.000 nuevos ejemplares. El proyecto solo contemplaba la reposición de unos 3.000 nuevo pies.

Seguramente que el aspecto que más ha pesado en la retirada del proyecto ha sido su inviabilidad urbanística. La finca de Buenavista está afectada al uso dotacional servicios públicos singulares. Según la normativa del PGOU de Madrid, esta parcela debe mantener el uso público. Sin embargo, el RCPH es un club privado que además se caracteriza por un fuerte carácter elitista y cuyo acceso está limitado a socios con un elevado poder adquisitivo.

En cuanto a los consumos de agua, el campo de Buenavista añadiría 52.000 m3/año al total de agua empleada en todas las instalaciones del club –2 campos de golf de 18 hoyos, campos de prácticas, instalaciones deportivas… En total, todas las instalaciones que tiene el RCPH consumen anualmente la misma cantidad de agua que todo el municipio de El Boalo – 6.200 habitantes-.

Los colectivos Ecologistas en Acción y GRAMA realizaron alegaciones al proyecto y denunciaron públicamente los abusos ambientales y urbanísticos que originaría la nueva instalación. Por ello se felicitan por la decisión tomada por el promotor y llaman la necesidad a las administraciones madrileñas a poner control a la actividad del golf en la Comunidad de Madrid, la cual está sobredimensionada, generando unos consumos de suelo y recursos completamente insostenibles1.

Sin duda, es ésta una buena noticia para Madrid.