El «nuevo» Parque de La Marquesa, del que ya hablamos el pasado mes de septiembre, sigue siendo lamentablemente una noticia de actualidad; parque cuya ejecución se llevó a cabo por el anterior gobierno del Partido Popular para que estuviera terminado antes de las elecciones municipales del pasado año y poderlo así presentar como una actuación positiva ante los electores. Fue tan nefasta la gestión medioambiental de la legislatura, que algo había que presentar.

Lamentablemente este parque no solo no termina de consolidarse, sino que a los problemas que ya arrastraba se le unen algunos más.

Sigue teniendo muchos árboles secos y árboles doblados por falta de tutores, la limpieza deja mucho que desear, las hierbas (jaramagos, cardos, malvas, …) han crecido en todo el parque alcanzando en algunos sitios más de 70 centímetros de altura y para colmo, muchos de los pinos que se plantaron están atacados por la procesionaria, una conocida oruga cuyos pelillos, que se desprenden con facilidad, son urticantes para la personas.