En el Día Mundial del Agua, Ecologistas en Acción presenta el informe ‘Inundaciones del río Ebro en Tudela. Causas y propuestas para minimizar los daños’, que reivindica la necesidad de una gestión de las crecidas de los ríos que favorezca la conservación de estos ecosistemas y que minimice el riesgo de daños materiales y humanos en las inundaciones

Hace un año las avenidas del Ebro provocaron numerosas inundaciones que causaron daños a cultivos y viviendas. La reacción de la población fue exigir soluciones y las administraciones plantearon medidas como las “limpiezas” de los cauces y el dragado del río. Las declaraciones realizadas en este sentido son un obstáculo a la solución del problema. A la hora de buscar soluciones para evitar futuros impactos materiales y humanos de las inundaciones no se acude a las causas que lo originan, sino que se proponen medidas que, lejos de ser eficaces, agravan la situación de riesgo y de daños.

En ese sentido, se presentamos el informe «Inundaciones del río Ebro en Tudela. Causas y propuestas para minimizar los daños” que demuestra, con criterios técnicos y a través de una simulación informática, la falta de utilidad y el perjuicio que ocasionan las medidas propuestas consistentes en el dragado y las cortas de vegetación de ribera en la conservación de los ecosistemas fluviales.

Después de estudiar la zona del Ebro próxima a Tudela, y los efectos de la crecida en diferentes situaciones, podemos concluir que la mota situada en la margen izquierda es una de las vías de inundación de la ciudad ya que conduce la corriente de agua hacia la margen de la ciudad. La existencia de estos diques tiene como objetivo evitar la entrada de agua a una zona ahora ocupada por tierras de cultivo y viviendas en situación irregular. El problema es que esa zona también es la llanura de inundación del río.

La solución, por tanto, no son dragados ni “limpiezas” sino que se debe recuperar la llanura de inundación para evitar que la crecida llegue a ocasionar graves impactos en el casco urbano. Planteamos la recuperación de ciertos espacios como el Soto de Vergara, el Soto de la Remonta y la recuperación total del Soto de los Tetones. En ese sentido, es necesario fomentar en estas zonas usos compatibles con las crecidas, prohibiendo el establecimiento de nuevas construcciones en la llanura de inundación, y que se fomente la retirada progresiva de las que ya existen, construidas en su mayoría de forma ilegal o al menos irregular.

A partir de todas estas medidas, Ecologistas en Acción considera que se puede conseguir aprovechar los beneficios asociados a las crecidas de los ríos minimizando los riesgos y daños materiales que pueda ocasionar. En este sentido, es necesario exigir a las administraciones un cambio radical de políticas para evitar los impactos de las avenidas. Deberían aplicar este tipo de estrategia que compatibiliza la conservación de los ecosistemas fluviales y la convivencia con las crecidas.