En esta última semana se ha repetido la farsa. Como ha pasado en numerosas ocasiones, cada vez que viene un alto cargo del Gobierno del estado invitado por Riegos del Alto Aragón, se vuelve a escenificar ante los medios un apoyo institucional a estas obras de regulación y se anuncian nuevos plazos para su licitación, que por fortuna se han incumplido siempre.

Ecologistas en Acción también quiere aprovechar el momento para insistir sobre el enorme coste ambiental, social y económico, así como la dudosa funcionalidad de los embalses conocidos como Biscarrués y Almudevar. Reitera su decidida intención de seguir trabajando para que nunca se lleguen a ejecutar. Han trascurrido varias décadas desde que se lanzaron los primeros proyectos para seguir regulando el río Gállego, en este caso en la zona de la Galliguera, y cada día que transcurre sin que se ejecuten contribuye a que nunca se materialicen.

Los acontecimientos nos vienen dando la razón. Hoy todo el mundo considera aberrante el proyecto que comenzó a coger forma hace treinta años de construir un gran embalse en el propio cauce a la altura de la localidad de Erés (T.M. de Biscarrués), que hubiera quedado anegada. En su momento la presión social consiguió echar para atrás este proyecto, que incomprensiblemente llegó a ser aprobado por la administración y defendido por el Sindicato de Riegos del Alto Aragón. Esa misma presión social está consiguiendo que, aunque no al ritmo que nos gustaría, la nueva normativa de aguas contribuya a conservar el buen estado de las aguas y los ecosistemas asociados, evitando los proyectos que amenazan este objetivo, entre los que se encuentran los embalses de Biscarrués y Almudevar.

El embalse de Biscarrués, no lo olvidemos, se encuentra en los tribunales. Ecologistas en Acción, organización que está participando junto a otras muchas entidades en este proceso judicial, espera que este proceso ponga punto y final a la historia de una nueva regulación del Gállego.

El embalse de Almudevar, en caso de que se haga efectivo el reciente anuncio de su licitación, llevará el mismo camino. Ecologistas en Acción considera que la aprobación de la memoria de viabilidad económica de este proyecto supondría un fraude de ley de primera magnitud, y tan pronto como el Consejo de Ministros diera luz verde al proyecto presentaría el oportuno recurso judicial. Se han ocultado los costes energéticos de un embalse que se llenaría por bombeo (unos dos millones de euros anuales) para conseguir la declaración de interés general y su financiación con recursos públicos.

El objetivo de ambos embalses es seguir aumentando la superficie regable en Monegros. Ante la importante disminución de aportes hídricos en la cuenca del Ebro prevista para los próximos años (y que ya se está constatando) debido a los efectos del cambio climático, Ecologistas en Acción, como ya expuso en sus alegaciones al Plan de Demarcación de la Cuenca del Ebro, considera que no sólo no debe aumentar la superficie regable, sino que hay que caminar hacia la reducción de la actual. Así lo recomiendan numerosos trabajos científicos. Los cambios producidos en nuestro entorno por el calentamiento del planeta requieren no sólo de medidas efectivas para mitigarlo, sino sobre todo de medidas inteligentes de adaptación. Si las grandes obras de regulación siempre han sido las protagonistas de una política hidráulica desfasada, ahora, ante el enorme reto a que nos enfrentamos, todavía tienen menos sentido.