Viaje a un pueblo en transición.

María Sintes, educadora ambiental. Revista Ecologista nº 91.

Tras ocho meses de estancia en Totnes, Reino Unido, la autora del texto relata las impresiones y reflexiones que se ha traído de este pueblecito inglés, en el condado de Devon, que ha saltado a la fama por ser la cuna del Movimiento de Ciudades en Transición, una de las respuestas sociales al actual escenario de cambio global que ha experimentado una difusión más explosiva.

¿Qué tiene de especial esta población del suroeste inglés, de apenas 9.000 habitantes, para merecer atención internacional, al menos entre el mundillo alternativo?

En un primer recorrido por sus calles, lo que destaca es un comercio local diversificado y dinámico, digna herencia de un pasado de ciudad-mercado medieval. Una población heterogénea, con una proporción llamativamente alta de gente ‘diferente’: hippies, esotéricos, seguidores de credos variados, artistas, permacultores… Y toda una serie de signos en el paisaje urbano –carteles en espacios públicos, publicidad del Partido Verde en viviendas, convocatorias a eventos, solicitudes de colaboración en proyectos variopintos…–que denotan un interés sorprendente y una hiperactividad en torno a lo que podríamos llamar la “cuestión de la sostenibilidad”.

Tradición alternativa: el “experimento Dartington”

Desentrañar qué hay detrás de todo esto pasa por hacer un poco de historia. Totnes está a un par de millas de Dartington, lugar donde, en 1925, la pareja de ‘mecenas’ formada por Dorothy y Leonard Elmhirst, discípulos del poeta y reformador indio Rabindranath Tagore, adquirió una enorme finca arruinada en la que pusieron en marcha un variado conjunto de proyectos innovadores que iban desde la agricultura, ganadería o gestión forestal hasta la creación artística y la educación libre.

Este espacio de investigación y práctica, que buscaba revitalizar el mundo rural desde una mirada progresista, se convirtió en un imán para artistas, filósofos, escritores, arquitectos… de todo el mundo y en un vibrante núcleo de creatividad, que desde 1990 tiene continuidad en el Schumacher College [1], un centro de renombre internacional especializado en educación para la sostenibilidad, con profesores de la talla de Vandana Shiva, Fritjof Capra o Collin Campbell.

Este pasado de libertad creativa aplicada a la mejora social, continuado en el presente por la actividad educativa del Schumacher College, explica en buena medida que en Totnes se encontraran Rob Hopkins, Naresh Giangrande y algunos otros de los cerebros que, hace una década, pusieron en marcha otro ambicioso experimento socioambiental: Transition Town Totnes [2].

¿Qué está pasando en Totnes?

En 2006, tras un par de convocatorias de cine-fórum sobre documentales como The End of Suburbia o El poder de la comunidad, el grupo inicial organizó diversos encuentros abiertos para debatir qué hacer ante el preocupante escenario que planteaban el pico de petróleo y el cambio climático. Y así nació TransitionTown Totnes (TTT).

En su web, TTT se define como “una asociación dinámica, de base comunitaria, que existe con el objetivo de reforzar la economía local, reducir el coste de la vida y construir resiliencia con vistas a un futuro con menos energía barata y de clima cambiante. Una asociación constituida por personas voluntarias, y un pequeño equipo profesional, que trabajan en proyectos de muy variado alcance y ámbito: construcción de viviendas asequibles de bajo impacto, intercambio de habilidades, reducción de costes energéticos y emisiones de carbono, cultivo de huertos y árboles comestibles, promoción del empleo local, etc.”

Destaco dos aspectos de esta presentación pública. La primera tiene que ver con la comunicación, con la manera en la que tratan de interesar a la población y ampliar su base social: sus objetivos están formulados en positivo y vinculados con problemas que la gente siente como reales y propios: la economía local, la vivienda, el trabajo… En cierto modo, tratan de aterrizar, en el espacio-tiempo cercanos, las grandes amenazas globales del cambio climático y la crisis energética, presentando la transición como una forma de prepararse para la incertidumbre y la escasez desde la construcción de resiliencia comunitaria.

La segunda cuestión destacable es que Transition Town Totnes realmente ha desarrollado un impresionante abanico de proyectos –algunos en colaboración con otros agentes– que intentan buscar respuestas a la diversidad de objetivos que se proponían.

Por un lado, están llevando a cabo proyectos de autoabastecimiento alimentario con huertos urbanos de cuidado colaborativo; plantación de árboles de fruto; bancos de semillas y plantas medicinales; apoyo a granjas orgánicas y sistemas de Agricultura Sostenida por la Comunidad (CSA, por sus siglas en inglés).

También en el ámbito del urbanismo sostenible, promueven una Feria anual de Eco-hogares, con un fin de semana de puertas abiertas en eco-viviendas, y el proyecto Transition Homes[3] de construcción de 27 viviendas autosuficientes.

Desde el punto de vista energético, han elaborado un Plan de Acción para el Descenso Energético de Totnes hasta 2030; han desarrollado el programa Keeping Totnes Warm [4], de consejo y asistencia a mayores y otras personas vulnerables para reducir su gasto energético; han promovido la instalación de dos turbinas hidroeléctricas [5] con capacidad de suministro a 300 hogares; y dinamizaron el proyecto Transition Streets Project[ 6], de mejora de la gestión ambiental doméstica, a partir de reuniones entre vecinos, que implicó a 550 hogares y supuso la instalación masiva de placas solares.

También actúan en la promoción de la economía local sostenible, con acciones como: el estudio Local Economic Blueprint, de flujos económicos locales; el lanzamiento de la moneda local, la Totnes pound [7]; el REconomy Centre[8], un espacio de coworking, aprendizaje e intercambio y apoyo a emprendedores locales en el ámbito de la economía resiliente; el proyecto ATMOS[9] para reconvertir una zona industrial degradada en un espacio comunitario multiusos (residencial, zona verde-ocio, incubadora de empresas locales); o el Local Entrepreneur Forum [10], un evento anual para conseguir respaldo comunitario– financiero, material o humano– a iniciativas de emprendedores locales, en el marco de la sostenibilidad, que, en sus cinco ediciones, ha movilizado 70.000 libras de inversión, además de otros apoyos (asesoría experta, préstamo de tierra o trabajo voluntario) para 18 iniciativas creadoras de empleo.

Retejer vínculos comunitarios

Pero, más allá de los proyectos ya realizados, en marcha o de futuro, llama la atención la importancia que TTT ha dado al objetivo de hacer comunidad.

La cultura anglosajona muestra diferencias obvias con la mediterránea, y el estilo de las relaciones sociales es una de ellas. La obsesión por la privacidad, los lazos familiares laxos o la contención emocional, rasgos típicamente británicos, han generado una sociedad con muchas personas solas, que no tienen fácil a quién recurrir cuando necesitan ayuda. Una población más resiliente, más preparada para resistir impactos imprevistos o gestionar la escasez generalizada, necesariamente tendrá que ser menos individualista y entrenar su espíritu comunitario.

Así, parte de la oferta de TTT incluye actividades dirigidas a provocar encuentros, a través de sesiones de cine-fórum; eventos como el Transition Town Totnes Film Festival (un fin de semana completo dedicado al cine comprometido con la sostenibilidad); las quedadas para cuidar los jardines comestibles colectivos; el restaurante Pay what you feel, una convocatoria mensual para comer, entre vecinos, un menú preparado a partir de verdura orgánica, descartada para el circuito comercial y rescatada por Food in community [11], una interesante empresa social con otro proyecto ‘tejedor de relaciones’: los talleres de cocina para ancianos solos que luego comen juntos el resultado de su clase práctica.

Otras acciones, dentro del ámbito del refuerzo comunitario, son las sesiones de intercambio de habilidades –costura, poda, germinado de semillas, cocina, etc–y la promoción de cuidados colectivos, como las sesiones semanales de yoga y mindfulness o cursos tan peculiares como “Activa la esperanza: cómo encarar este caos sin volverse loco”, que tratan de evitar ‘el queme’ del activista o el demoledor efecto emocional que provoca la situación actual en muchas personas.

Para alguien de cultura hispana, algunas de estas propuestas para socializar y buscar “calor comunitario” pueden resultar un tanto artificiosas. Pero, en conjunto, yo he vuelto con la sensación de haber aprendido lecciones interesantes, de la capacidad organizativa y de trabajo o del sentido cívico británico, que facilita que la gente se plantee con naturalidad la colaboración en proyectos de interés social, ya sea cediendo su tiempo y habilidades, ya contribuyendo económicamente a que otros las desarrollen. De hecho, la sostenibilidad económica de los proyectos es un tema central, hablar de dinero no es un tabú y en todo evento, incluidos los gratuitos, se expone una cestita para donaciones voluntarias.

La transición como laboratorio

Buscando explicaciones al surgimiento de la transición en Reino Unido, aparece otra peculiaridad cultural que, creo, hace más fácil proponer allí debates –sobre autosuficiencia alimentaria o sobre cómo afrontar la escasez energética– que en España resultan aún bastante marcianos, incluso en círculos progresistas. El recuerdo de la experiencia de aislamiento sufrida durante la II Guerra Mundial se mantiene fresco, y se estudia y difunde –en libros, películas, series de TV– la reacción del pueblo y gobierno británicos para afrontar las penurias de unos años en los que dependieron de sí mismos para sobrevivir.

Y esto me lleva a la dificultad con que nos encontramos, las personas que nos dedicamos a la sensibilización ambiental y al activismo ecologista, para trasladar a la sociedad la urgencia de emprender cambios personales y colectivos que permitan evitar la expresión más dramática de los impactos que, inevitablemente, van a llegar.

En este sentido, veo en el concepto, la metodología y el ejemplo práctico del movimiento de transición una pista inspiradora. Totnes no es jauja, y podría extenderme sobre las debilidades que adiviné en el experimento que desarrolla TTT: la edad media, en torno a los 50, de la mayoría de personas implicadas, con obvia falta de jóvenes; la resistencia de parte de la población local a las novedades traídas por forasteros; la dificultad de conexión con la clase trabajadora por parte de activistas de extracción universitaria; o la dependencia de muchos de los proyectos de subvenciones externas (¡qué sería de las ONG británicas sin la Lotería Nacional!)

Sin embargo, admiro la pasión, dedicación y creatividad que ha puesto en juego este puñado de personas (unas 50 en el grupo motor y en torno a 200 simpatizantes activos) que, en sólo una década, han colocado a un pueblito inglés en el mapamundi como ejemplo de reacción local al cambio global, han generado cientos de ideas inspiradoras, han contagiado de ilusión a miles de ciudadanos, en muchos países, motivándoles a transitar desde la parálisis del miedo, la indiferencia o la inquietud individual a la búsqueda de respuestas comunitarias y a la experimentación esperanzada.

Y termino con esta cita de Milton Friedman que –sin que sirva de precedente- viene muy al caso: “Sólo una crisis –real o percibida– provoca un verdadero cambio. Cuando la crisis se produce, las acciones que se decide emprender dependen de las ideas que están disponibles… Nuestra función básica es desarrollar alternativas a las políticas existentes, mantenerlas vivas y accesibles, hasta que lo políticamente imposible se transforme en políticamente inevitable”.

Referencias

  1. https://www.schumachercollege.org.uk/
  2. https://www.transitiontowntotnes.org/
  3. https://www.transitiontowntotnes.org/transition-homes/
  4. https://www.transitiontowntotnes.org/keeping-totnes-warm/
  5. http://tresoc.co.uk/?page_id=1610
  6. https://www.transitionstreets.org.uk/
  7. http://www.totnespound.org/
  8. https://reconomycentre.org/
  9. http://atmostotnes.org/
  10. https://reconomycentre.org/home/lef/local-entrepreneur-forum-2015-wrap-up/
  11. https://www.theguardian.com/lifeandstyle/2014/mar/27/totnes-food-redistribution