Con el incremento de las temperaturas de los últimos días, las emisiones de contaminantes atmosféricos del complejo petroquímico de Puertollano han provocado que se disparen los niveles de ozono, hasta llegar a superar en la mañana del pasado viernes 10 de marzo el umbral de alerta establecido por la normativa para el ozono troposférico, por primera vez en España desde el año 2012.

Ese día, entre las 10 y las 14 horas se produjo en las estaciones de control de Campo de Fútbol e Instituto, las más próximas al complejo petroquímico, la superación del umbral legal de información de ozono troposférico, establecido en 180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, como media horaria. La máxima contaminación se registró en la estación de Campo de Fútbol a mediodía y la una de la tarde, donde se alcanzaron respectivamente unos niveles de ozono de 243 y 260 microgramos por metro cúbico, por encima del umbral legal de alerta, establecido en 240 microgramos por metro cúbico, como media horaria.

Este episodio de muy elevada contaminación fue previsible, de acuerdo a las condiciones meteorológicas y a los niveles de contaminación del día anterior, en que las estaciones de Campo de Fútbol e Instituto ya alcanzaron niveles de ozono de 162 y 164 microgramos por metro cúbico, respectivamente, avisando de lo que finalmente sucedió al día siguiente. No obstante, la Junta de Castilla-La Mancha no adoptó ninguna medida preventiva, en especial la paralización temporal del complejo petroquímico, principal responsable de la situación, omitiendo su obligación legal de proteger la salud de los 70.000 habitantes de la Comarca de Puertollano.

La previsión de la superación del umbral de alerta obliga a las autoridades autonómicas a adoptar las medidas necesarias de urgencia y a informar a la población por radio, televisión, prensa o Internet, entre otros medios posibles, de los niveles registrados y previstos y de las medidas que se vayan a adoptar. También deben informar sobre la previsión de evolución de la contaminación, las áreas afectadas y la duración del episodio.

No obstante, la Administración autonómica se limitó a difundir un mero aviso rutinario, una vez producida la situación de alerta, que no fue suficiente para proteger la salud de la población. La legislación española establece que cuando en una zona exista el riesgo de que el nivel de ozono supere el umbral de alerta las comunidades autónomas elaborarán planes de acción que indicarán las medidas que deben adoptarse a corto plazo para reducir el riesgo de superación o la duración de la misma. Esos planes de acción podrán incluir medidas relativas al tráfico de vehículos de motor y al funcionamiento de instalaciones industriales.

Por ello, Ecologistas en Acción solicita a la Junta de Castilla-La Mancha la elaboración de un plan de acción a corto plazo para la Comarca de Puertollano, que establezca las medidas de suspensión de la actividad industrial que eviten que la lamentable situación vivida el pasado viernes se vuelva a repetir.

El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias como las refinerías de petróleo, las fábricas de fertilizantes y las centrales termoeléctricas.

Por inhalación, provoca un incremento de los riesgos de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares. La OMS estima en 1.800 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de la exposición a niveles de ozono muy inferiores los registrados el viernes en Puertollano. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.