Ecologistas en Acción llevará al Consejo de Participación de Doñana la revisión del estado de ejecución del programa Doñana 2005.

Ecologistas en Acción se suma a la petición del grupo Viriato de retomar actuaciones clave del 2005 que no se han ejecutado.

Dos de las actuaciones más necesarias y ambiciosas del programa 2005 no se han desarrollado, con lo que la marisma sigue sin recibir aportes fundamentales para su correcto funcionamiento como ecosistema natural.

Aún reconociendo que en el marco de este proyecto se han desarrollado alguna de las actuaciones previstas, que han supuesto un avance en la situación de la marisma, como la permeabilización de la marisma gallega o la recuperación del caño travieso en caracoles, 2 actuaciones clave del 2005 quedan pendientes y no parase que haya interés en meterles mano, estando contempladas en el decreto que las desarrollaba y presupuestadas. Así, tanto la recuperación de la conexión mareal del Brazo de la Torre como la recuperación del Caño Guadiamar han sido olvidadas.

En el caso de la recuperación del Caño Guadiamar se trataba de restaurar buena parte de la marisma norte fuera del espacio protegido para ingresar en la marisma uno de los principales aportes perdidos tras la transformaciones del pasado siglo por la puesta en cultivo de estas tierras. De éstas, buena parte se transformaron en zonas agrícolas de regadío, dependientes de las extracciones del acuífero, que lo están sobre-explotando y otras se quedaron como terrenos marginales de agricultura de secano de nula rentabilidad socioambiental.

La recuperación del Caño del Guadiamar incluía la incorporación de los aportes del arroyo de la Cigüeña, actualmente canalizado hacia el río Guadiamar, también encauzado, y de parte de los aportes del propio Guadiamar, incluyendo la restauración de las lagunas desecadas en los años 70 por la transformación agrícola.

De llevarse a cabo esta actuación, además de los innegables beneficios de incremento de los aportes de aguas superficiales a la marisma del parque Nacional, llevaría asociada otros benéficos al permitir el desarrollo de nuevas iniciativas ligadas al turismo de naturaleza y ola ampliación de las zonas de ganadería tradicional que se vieron muy mermadas por la transformación agraria, con el aliciente de que se trata de fincas públicas en las que se pueden condicionar los proyectos a objetivos socioambientales. La actuación debe centrarse en la recuperación para el proyecto de las áreas de agricultura fallida y de las que se han consolidado en base a regadíos ilegales.

Se precisa por tanto una reordenación de todo el área, tal como se ha realizado con el plan de la fresa, para definir qué agricultura es viable con los recursos disponibles y revertir el resto para su restauración ambiental. Para eso hay que recuperar esos fondos que se presupuestaron en su día y acometer de una vez el cumplimiento de las sentencias firmes que obligan a propietarios de la zona de los Hatos a desembolsar fuertes sumas en multas que deben destinarse a la restauración.

Por su parte, la recuperación del Brazo de la Torre diversificaría la marisma con la incorporación de la influencia mareal en este brazo y su conexión con el Guadalquivir incidiría en una de las condiciones expuestas en el informe de Miguel Ángel Losada de la Universidad de Granada y Javier Sánchez, CSIC, para revitalizar la salud de todo el estuario.

Ecologistas en Acción llevará este asunto al Consejo de Participación de Doñana, para que la iniciativa del Ministerio de Medio Ambiente para paliar las consecuencias del vertido de Aznalcóllar, el Doñana 2005, se haga realidad en su totalidad.