La intensa ola de calor que ha afectado a Euskadi en el inicio del verano, junto al tráfico motorizado y la industria del área metropolitana de Bilbao, han provocado que se disparen los niveles de ozono en toda Euskadi, afectando a su población y espacios naturales protegidos.

En la tarde del pasado miércoles, se produjeron siete superaciones del umbral de información de ozono, establecido por la normativa en 180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, medidos en una hora. Esta superación se ha producido en las estaciones de control de la contaminación de Parque Europa (Bilbao), Zalla, Jaizkibel (Hondarribia) y Valderejo, siendo el máximo registrado de 207 microgramos por metro cúbico en Jaizkibel, culminando una semana de muy mala calidad del aire.

La previsión de la superación de este umbral, obliga a las autoridades autonómicas a advertir a las personas más sensibles a la contaminación atmosférica, tales como niños, ancianos, mujeres gestantes o personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, de que se protejan evitando en las horas centrales del día y al atardecer cualquier esfuerzo físico y los ejercicios al aire libre. También deben informar sobre la previsión de evolución de la contaminación, las áreas afectadas y la duración del episodio.

No obstante, este aviso preventivo no se ha difundido a través de canales que aseguraran su recepción por la población afectada, como los medios de comunicación públicos y privados. Se da la paradoja de que algunos medios vascos se han hecho eco de los episodios de ozono en Madrid o Valladolid, pero no han dispuesto de información sobre los de Euskadi.

Además, el lunes 19 de junio en la estación de Monte Arraiz (Bilbao) y el martes 20 de junio en la de Urkiola se registraron otras dos superaciones del umbral de información, tambi´ñen sin aviso a la población aunque en áreas menos pobladas, por lo que la situación de mala calidad del aire no ha sido repentina. A pesar de ello, el Gobierno Vasco no ha limitado preventivamente el tráfico motorizado y las principales actividades industriales del Gran Bilbao, principales responsables del episodio de ozono en esta zona.

Hay que recordar que el 7 de septiembre del año pasado se superó el umbral de información en las estaciones de Urkiola, Valderejo y Zalla, limitándose el Gobierno Vasco a publicar un escueto comunicado rutinario en su página Web, al que con seguridad no accedió la mayor parte de las personas sensibles a la contaminación antes de verse expuestas a la misma.

En opinión de Ecologistak Martxan, se reitera de esta manera el escaso interés con el que las autoridades vascas afrontan la lucha contra la contaminación atmosférica, que cuesta cada año cientos de vidas en Euskadi y graves daños a nuestros bosques y cultivos, ante la completa pasividad de nuestro Gobierno. Una actitud negligente por la que la organización ecologista ha denunciado ante la Unión Europea al Gobierno Vasco, que acumula una década de retraso en la elaboración del preceptivo Plan de Mejora de la Calidad del Aire para reducir la contaminación atmosférica por ozono, recurrente en el sur de Euskadi.

El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias, en presencia de radiación solar. Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, reducción de la función pulmonar, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas (asma, EPOC) y el agravamiento de patologías cardiovasculares.

La OMS estima en 1.800 los fallecimientos prematuros anuales en el Estado español producidos como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados estos días en buena parte de Euskadi. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.