· Ecologistas en Acción ha solicitado a la Junta de Andalucía una investigación sobre a la ejecución el 30 de diciembre pasado de numerosos ciervos y muflones en la finca Jarrama, perteneciente al Corredor Ecológico del Guadiamar.
· La actividad exterminadora de ejemplares no ha sido selectiva, dando muerte tanto a hembras preñadas, como crías o varetos, hasta un total de 175 ejemplares.
· La organización ecologistas ha recibido información de que está previsto repetir cacería en la misma zona los próximos 13 y 21 de enero.

Ecologistas en Acción ha remitido a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía una solicitud de apertura de expediente administrativo sobre las autorizaciones y permisos, así como los criterios de gestión del medio natural, que han dado lugar el pasado 30 de diciembre a la ejecución de 175 ciervos y muflones en la Finca Jarrama, perteneciente al Corredor Ecológico del Guadiamar.

La finca pública Jarrama está ubicada en un espacio protegido europeo, el Corredor Ecológico del Guadiamar (Zona de Especial Conservación). Es una dehesa situada entre los términos municipales de Zufre y Nerva, afectada por un grave incendio forestal iniciado el 8 de septiembre de 2017, que alcanzó un perímetro de más de 4.000 hectáreas. La finca se quemó en un 75 por ciento de su superficie, quedando el pinar y encinar gravemente afectados y muriendo numerosos animales de la cabaña ganadera local, especialmente vacas y ovejas, y numeroso animales silvestres.

La finca Jarrama está completamente alambrada con una malla cinegética de unos dos metros de altura y atravesada por la Vía Pecuaria que une el pueblo onubense de Campofrío con el sevillano de El Castillo de las Guardas. Sin embrago, no tiene acceso público, paradójicamente, a pesar de ser una finca pública y una vía pecuaria. La actividad de caza realizada se ejecutó con la participación de entre 20 y 25 rehalas, lo que supone unos 350 perros, para acorralar a los ciervos y muflones que no tuvieron vías de escape debido a la malla cinegética, ni siquiera por las zonas de barrancos. Esta situación haría a muchos de los ejemplares morir de pánico y estrés embistiendo contra la malla, si bien aún no se cuenta con el número de animales muertos así. El resultado de la actividad se ha saldado con 175 ejemplares abatidos por disparo sin seleccionar, de ellos, la gran mayoría han sido hembras preñadas, crías y varetos jóvenes, según la información con la que cuenta Ecologistas en Acción.

El argumento de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para autorizar esta actividad, que para nuestra organización es un exterminio, es la superpoblación de animales en una zona incendiada, cuya regeneración podría verse gravemente afectada por los hervíboros. Ecologistas en Acción considera que una medida de gestión consistente en abatir animales que se encuentran en su ecosistema no es la respuesta que necesitan nuestros montes públicos. La propuesta de la organización es sencilla, la retirada de la malla cinegética habría posibilitado la dispersión de los ciervos y muflones, evitando la masacre y conservando la regeneración. Otra alternativa apropiada para un espacio protegido habría sido la captura selectiva, respetando siempre las crías y las madres.

Ante el conocimiento de que están previstas dos nuevas monterías de exterminio para los próximos días 13 y 21 de enero, Ecologistas en Acción exige a la Administración ambiental que sean denegadas o la anulación inmediata de las mismas en el supuesto de que hayan sido concedidas. En caso de no ser anuladas estas nuevas monterías, Ecologistas en Acción emprenderá acciones judiciales y contempla movilizaciones pacíficas en contra de estos criterios de gestión, contando con un amplio apoyo social de las poblaciones de la zona.