Surgencias en Grazalema

Las lluvias torrenciales han revitalizado el campo y llenado nuestros embalses, pero también han generado una serie de bellos fenómenos y paisajes. Y ningún lugar mejor para disfrutarlos que el Parque Natural Sierra de Grazalema, el lugar más lluvioso de España, donde en este mes de marzo se han superado ya los 1.000 l/m2.

Por el pueblo de El Bosque pasa un río Majaceite crecido, rumbo al pantano de Los Hurones, el depósito de agua de un millón de habitantes. Por el río Tavizna desagua la torrentera que mana de El Hondón, al pie del Salto del Cabrero, una de las espectaculares surgencias que drenan el agua que se infiltra por este macizo calizo.

En Benaocaz, población con históricas carencias de agua, desde la fuente de Allá sale el agua con tanta fuerza que supera el pilón y llega hasta la misma calle.

La sima de Villaluenga, una de las mayores y más profundas de Andalucía, se traga el estruendoso río que recoge el agua de la Manga y de las laderas de la Sierra del Peralto. Estas aguas volverán a la superficie por numerosos manantiales, uno de ellos, la famosa fuente de los Nueve Caños, en pleno casco urbano de Ubrique.

Pero es por la carretera de Villaluenga a Grazalema donde el agua cobra todo su protagonismo. El río Gaduares mana en un bello paraje, dirigiéndose entre alcornoques y quejigos hasta el frustrado pantano de Montejaque, donde se filtrará de nuevo para surgir en la cueva del Hundidero, volviendo a ver la luz en la cueva del Gato. Rocambolesco recorrido para llegar al río Guadiaro y al mar Mediterráneo.

En la sima de La Olla el espectáculo es total. En una hondonada bajo la Sierra del Endrinal, un macizo calizo sin ríos ni arroyos donde todo se filtra, surge un borbotón de agua cristalina que semeja un geiser y que, tras un corto recorrido, termina aumentando el caudal el río Gaduares. Hace unos días el agua brotó de un extraño color verde fluorescente; hubo teorías de todo tipo, pero se trataba de un simple experimento. Geólogos de la Universidad de Málaga habían teñido el agua para investigar su circulación subterránea. En los tajos de la Sierra del Endrinal, ya cerca de Grazalema, el agua mana por todos lados, desde el suelo o desde los huecos de las paredes calizas; todo es agua.No se lo pierdan.

Por Juan Clavero.