Desde Ecologistas en Acción felicitamos a la Policía Autonómica y a la Guardía Civil por su labor de vigilancia e investigación en los casos de vertidos contaminantes a los cauces fluviales y exigimos a los estamentos judiciales y administrativos que actúen de manera ejemplar y terminante contra los autores de dichos vertidos.
En los últimos años los vertidos de alpechín han aumentado de manera alarmante, especialmente en el río Caicena tras su paso por Almedinilla, lo que unido a la captura y muerte masiva e ilegal de barbos por parte de desaprensivos, ha originado una importante merma en las poblaciones piscícolas de este río.
Los vertidos contaminantes se suelen producir en fines de semana y días festivos, por la noche, para evitar su detección y denuncia.
En un periodo de sequía como el que atravesamos, estos vertidos son especialmente dañinos, ya que los organismos aeróbicos de la materia orgánica vertida consumen el oxígeno del agua, provocando la muerte de la fauna ictiológica. Asimismo los vertidos representan un atentado a la salud pública y denotan una latente falta de escrúpulos y un “todo vale” para enriquecerse, en los individuos que los promueven y practican.