El 14 de febrero, Día de los enamorados, se ha convertido en uno de los momentos de obligado consumo del año. Un consumo irracional e insostenible que está produciendo, además de un grave deterioro ambiental, una alarmante mercantilización de las relaciones y de los sentimientos.

Cada vez hay más voces que denuncian la pérdida de valores que está experimentando nuestra sociedad. Mientras esto ocurre las empresas se esfuerzan por reconducir esta preocupación social hacia el consumo, y la estrategia para realizarlo les está funcionando a la perfección. Estos días estamos abrumados por campañas publicitarias que nos “enseñan” cómo hay que transmitir todos los valores relacionados con el amor, con el fin de instaurar socialmente cómo expresar nuestros sentimientos. Así que proponen alternativas de todo tipo, para los que se quieren gastar mucho, para los que les gustan los regalos alternativos… pero todo con un denominador común: algo hay que comprar. Y que algo haya que comprar significa que el indicador del amor entre las parejas se mide más con el tipo de regalo que se da o recibe que con las palabras, las caricias, los besos, los abrazos o las relaciones sexuales.

En una sociedad en la que la rapidez se percibe como uno de los máximos valores, y donde la lentitud no tiene cabida, la compra de un objeto es la alternativa perfecta para expresar los sentimientos.

Pero no hay que olvidar que esta mercantilización de las relaciones va dejando un grave rastro de degradación ambiental, (detrás de todos esos regalos hay un gran gasto energético, de recursos, y grandes montañas de residuos en forma de envoltorios y sobreempaquetados), y también un gran deterioro social, ya que se produce una gran desarticulación de las relaciones.

Desde Ecologistas en Acción pensamos que la mejor manera de celebrar este día es no comprar nada. Proponemos que, si se quiere hacer algo especial, lo más interesante es tomarse un tiempo para pensar en las verdaderas necesidades afectivas de la pareja, y en cómo se puede contribuir a cubrirlas.