Pese a la aparente buena situación de que estos días disfruta el parque en relación con el agua, Ecologistas en Acción de Ciudad Real recuerda que el acuífero del Campo de Montiel, del cual se alimentan las Lagunas, se encuentra sobre explotado, y que las 8.000 hectáreas de regadíos que poco después de la creación del parque se instalaron sobre dicho acuífero, constituyen una permanente amenaza para la pervivencia de Las Lagunas y del propio embalse de Peñarroya.

Desde hace años dichos regadíos están acogidos al Plan de Compensación de Rentas, motivo por el cual el consumo de agua es mucho menor. Sin embargo, el día que el citado Plan de Rentas desaparezca cabe preguntarse hasta qué punto la Confederación Hidrográfica del Guadiana será capaz de evitar que las extracciones ilegales se produzcan de igual modo a como ocurría antes de que llegaran las ayudas comunitarias.

A este problema del agua vienen a sumarse ahora otros nuevos, como el proyecto de campos de golf y urbanizaciones de lujo que pretenden construirse en el término municipal de Argamasilla de Alba, cerca del parque natural. Un proyecto que aspira a satisfacer sus enormes necesidades de agua del embalse de Peñarroya, es decir, directamente del parque natural.

- La “urbanización” ilegal del parque continúa avanzando con el consentimiento e incluso apoyo de los ayuntamientos implicados (Ruidera y, especialmente, Ossa de Montiel). Desde la aprobación del Plan Rector en 1995, está prohibida la construcción de nuevas edificaciones en todo el parque, e incluso, el incremento de volumen de las ya existentes. No obstante, los citados ayuntamientos consienten y alientan este tipo de infracciones que suponen un impacto en la práctica irreversible alrededor de las lagunas, al tiempo que favorecen la contaminación de las mismas, pues en modo alguno se garantiza la adecuada evacuación de aguas residuales que dichas construcciones producen.

- La presión humana que sufre este parque es absolutamente insostenible. Más de medio millón de personas visitan Las Lagunas, el 80% de las cuales se concentran en los meses de julio y agosto, con el consiguiente deterioro para el ecosistema. Ecologistas en Acción cree imprescindible una promoción adecuada que sin necesidad de disminuir el número de visitantes, los distribuya a lo largo del año, al tiempo que se reoriente a un tipo de turismo más blando y respetuoso con el medio.

- Las centrales eléctricas abandonadas que se encuentran diseminadas a lo largo de las lagunas siguen dejándose deteriorar de forma lamentable, perdiéndose de este modo un recurso importante para el uso público del parque. En ellas podrían instalarse aulas de naturaleza, albergues y otros servicios directamente relacionados con la gestión y uso del parque natural.

- Numerosos caminos vecinales que discurren por terrenos del espacio protegido, especialmente en los términos municipales de Ruidera y Argamasilla de Alba, continúan cortados de forma ilegal, impidiendo el libre paso a que los ciudadanos tienen derecho y con ello al normal disfrute por éstos del parque.

Por último, Ecologistas en Acción quiere resaltar como aspectos positivos fundamentales a lo largo de todo este tiempo, por un lado, la noticia que hace unos pocos meses se produjo relativa al fallo de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, por el que por fin se declaran públicas las Lagunas de Ruidera. Pese a encontrarse recurrido, dicho fallo no deja de ser un paso fundamental para una correcta gestión de este singular espacio natural. A ello hay que sumar la adquisición hace unos años de 1.800 hectáreas aledañas al parque por parte de la Junta de Comunidades, la cual se realizó como consecuencia de la campaña de envío de carta en este sentido, promovida por grupos ecologistas de todo el país.