El Grupo de Trabajo sobre Biodiversidad Agrícola del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) ha acordado reforzar la moratoria a Terminator adoptada en 2000. La decisión tomada constituye una esperanzadora victoria para las organizaciones sociales de todo el mundo que han denunciado la inmoralidad y los graves riesgos de una tecnología de ingeniería genética cuyo objetivo es la creación de semillas estériles.

El Presidente del Grupo de Trabajo sobre Biodiversidad Agrícola reunido en Curitiba ha anunciado esta mañana la conformidad de todos los delegados con una propuesta que reafirma la decisión adoptada por el Convenio en 2000. El texto, acordado tras largas negociaciones y consultas, fortalece la moratoria a las tecnologías de restricción de uso genético (TRUG o Terminator), rechazando las recientes propuestas de una evaluación “caso por caso” que minaban su eficacia. La resolución deberá ser adoptada formalmente por los ministros de Medio Ambiente de los 188 países miembros del Convenio el 31 de marzo.

La evaluación caso por caso hubiera significado en la práctica dar luz verde a esta tecnología, limitando su análisis a aspectos puramente técnicos. Un informe del Grupo ETC presentado durante la reunión del Convenio en Brasil, sin embargo, demuestra que las repercusiones socioeconómicas de la comercialización de Terminator serían devastadoras, particularmente para el Tercer Mundo. El desarrollo de semillas programadas para suicidarse entraña gravísimos riesgos y es inmoral e inaceptable, por lo que debería prohibirse en todo el mundo.

Para Ecologistas en Acción la decisión de los delegados reunidos estos días en Curitiba supone un triunfo para toda la Sociedad y para el futuro del Planeta.