Ante la alarma social de las obras de cementación y hormigonado que el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián está llevando a cabo en el Parque Cristina Enea-Gladys, y ante el incumplimiento del Legado del Duque de Mandas y de numerosas Leyes de protección de la naturaleza de rango autonómico, estatal, comunitario e internacional, la Asociación Naturalista Haritzalde, Egia Bizirik, Eguzki y Ekologistak Martxan han interpuesto una denuncia ante el Juzgado de Instrucción de Donostia.

Estas cuatro asociaciones han denunciado numerosos hechos por si pudieran ser constitutivos de un delito relativo a la protección de la flora y fauna presentes en el Parque Cristina Enea-Gladys de Donostia, previsto y penado en los artículos 332-337 (Capítulo IV) del Código Penal.

Estas cuatro asociaciones consideran que el gobierno municipal ha concedido la ejecución de unas obras de remodelación del Parque consistentes en la construcción de una red de pistas de encofrado de cemento a lo largo y ancho del Parque donde antes no existían, sin analizar sus afecciones ambientales y sin haber adoptado previamente medidas correctoras ante una fauna y flora protegida por leyes de diferente rango y con poblaciones terminales en el Parque. Como consecuencia de dichas actuaciones, se está destruyendo el hábitat de numerosas especies presentes en el Parque, que, unida a una gestión inexistente en materia de conservación de especies protegidas, está produciendo una verdadera cascada de extinciones locales de fauna protegida, cuando la ley obliga a su protección y recuperación.

Se ha destruido el mayor estanque de todo el municipio para el recreo de aves acuáticas y han construido otro estanque menor. También se ha destruido el estanque menor anexo y no se piensa reconstruir el mismo. Así mismo, han construido 6 generadores de aire acondicionado de gran tamaño muy próximos al baso del estanque, provocando una fuerte y constante contaminación acústica en forma de zumbido y ruido de motores. También se han instalado tomas de luz por todo el Parque (el Parque se cierra a la puesta del sol) provocando una contaminación lumínica que altera el biorritmo de las especies silvestres. Para soterrar los tubos de la iluminación se están abriendo por todo el Parque zanjas de 30 cm. de diámetro, dañando la mayoría de las raíces de los árboles, sin aplicar posteriormente ningún cuidado fitosanitario, pudiendo provocar la muerte de los mismos.

La recogida de aguas pluviales que se está llevando a cabo provoca la alteración de los ciclos hidrogeológicos del Parque. Esto impedirá la formación de charcos y charcas y puede suponer el mazazo definitivo para las poblaciones terminales de anfibios que habitan en el Parque (sapo partero común, rana bermeja, rana común y sapo común entre otros), todos ellos protegidos por leyes de diferente rango.

La empresa adjudicataria ha talado una veintena de carpes jóvenes plantados en hilera en la parte superior del Parque para suprimirlos por un camino asfaltado y un mirador orientado al nuevo barrio de Riberas de Loiola. El carpe es una especie de flora protegida, cuya categoría de conservación (status legal) es Rara según el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas y B1+2b (En Peligro) según U.I.C.N. (Mundial).

Se ha puesto en serio peligro la supervivencia de especies protegidas por leyes de diferente rango, ya que está científicamente probado que la alteración y destrucción de los hábitats conlleva la extinción de las mismas. Estas son algunas de las principales especies que se están viendo seriamente afectadas:
- Ciervo volante (Lucanus cervus)
- Gran capricornio (Cerambyx cerdo)
- Sapo partero común (Alytes obstetricans)

Haritzalde, Egia Bizirik, Eguzki y Ekologistak Martxan solicitan que se paralicen de inmediato las obras de cementación que se están llevando a cabo en el Parque, la restitución de las áreas afectadas por las obras a su estado anterior, así como el restablecimiento de los hábitats afectados por dichas actuaciones. También solicitan la adopción de medidas encaminadas a restaurar el equilibrio ecológico perturbado a causa de las obras, como pueden ser la restauración de charcas para la recuperación de anfibios, la prohibición del tránsito de vehículos, la zonificación del Parque y la preservación de áreas que por su vocación natural favorecen la recuperación de la biodiversidad, y la reorientación de la gestión del Parque, para recuperar las especies con poblaciones terminales e introducir las extinguidas tras la recuperación de los micro-hábitats. Así mismo, exigen que se respete la memoria histórica de los donostiarras, se le devuelva a la ciudadanía todos los enseres legados por el Duque de Mandas y se vuelva a poner el monolito en conmemoración a Gladys del Estal.