Los colectivos, entidades y particulares que firmamos el presente Manifiesto lo hacemos unidos por los vínculos emocionales que nos ligan con las montañas de Aragón, que son patrimonio de nuestra identidad colectiva y a la vez valor económico para los montañeses.

Firmamos, preocupados por la forma en la que se está planteando el desarrollo del esquí en Aragón y, aunque no negamos los efectos positivos de la «industria blanca» como motor de la economía de los valles de montaña, tampoco podemos cerrar los ojos a una realidad de constante deterioro ambiental en el entorno de las estaciones de esquí. Se han entubado y contaminado ríos desde su cabecera, dinamitado montañas y generado inmensos desmontes con la construcción de pistas, carreteras y aparcamientos provocando daños que suponen una pérdida de Patrimonio irreparable.

Sabemos que, en ocasiones, no se han cumplido los trámites legales preceptivos, impidiendo el control público de unas actuaciones que pueden llegar a hipotecar el desarrollo de la Red de Espacios Naturales protegidos en Aragón.

Sabemos que nunca se han hecho en Aragón estudios de beneficio-coste que demuestren que el esquí sea necesariamente la mejor opción de desarrollo, del mismo modo que tampoco se ha estudiado convenientemente el impacto social derivado de una transformación tan rápida del medio físico y económico. Estamos convencidos de que las mismas inversiones en otros campos generarían interesantes plusvalías, con el valor añadido de que beneficiarían a sectores más amplios de la población.

Defendemos el desarrollo sostenible frente a una economía especulativa que, a largo plazo, puede fracasar. Las perspectivas de calentamiento global ponen todavía más en peligro el llamado «monocultivo del esquí», generándose un modelo económico muy vulnerable y dependiente del exterior.

Pensamos que el Gobierno de Aragón debe intervenir para regular una actividad como el esquí, salvaguardando siempre el interés general. Sin embargo, asistimos preocupados al nacimiento de una empresa llamada Aramón, con intereses en Formigal, Panticosa, Cerler, Javalambre y Valdelinares y en la que Gobierno autónomo e Ibercaja participan al 50%. Sabemos que esta empresa planea la ampliación de estas estaciones de esquí y la creación de nuevas estaciones, promoviendo además la construcción de grandes urbanizaciones.

Ante este nuevo escenario, queremos proponer un diálogo social amplio, sereno y sin prisas, que permita analizar con profundidad cuál ha sido el impacto del esquí hasta la fecha y cuáles son las previsiones de futuro y sus posibles alternativas, contando con la realidad del cambio climático. Para ello hacen falta estudios independientes que hasta ahora no han existido.

Mientras tanto, y dada la irreversibilidad de las actuaciones previstas, proponemos formalmente una moratoria en los planes de ampliación previstos en Espelunziecha (Formigal), Castanesa (Cerler), Valdelinares y Javalambre. Sugerimos que los fondos públicos disponibles se destinen a la mejora y adecuación medioambiental de las instalaciones existentes. Nuestra propuesta viene avalada por los estudios llevados a cabo en países con más tradición en el esquí, en los cuales ya se plantea un modelo no expansionista, totalmente diferente del que se promueve en Aragón.

Creemos que sólo en el marco del diálogo y el respeto a las leyes, podremos construir entre todos una alternativa que posibilite seguir contando con el inmenso Patrimonio de Naturaleza que nos aportan nuestras montañas, desde el Pirineo hasta la Ibérica turolense.

- Firma el manifiesto