Heriberto Dávila*

A finales de julio se inició un incendio provocado en Gran Canaria, que por cantidad de personas y patrimonio natural afectados, no tiene precedentes en la historia de nuestra isla. Un hecho de consecuencias aún por evaluar, que ha afectado a gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas, destruyendo sus viviendas y sus medios de vida, devastando una parte importante de nuestros caseríos, de altísimo valor patrimonial y etnográfico, así como nuestros barrancos y medio forestal. De hecho se han visto arrasadas la reserva Natural Integral de Inagua, Los monumentos naturales del Macizo de Tauro, el Paisaje Protegido de Fataga, el Parque Natural de Pilancones; viéndose gravemente afectado el Parque Rural del Nublo.

Detrás de este desastre, aún teniendo la desgracia de coincidir con unas condiciones climáticas muy adversas, no se puede esconder las causas profundas de su extensión y magnitud. Para la Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción estas causas profundas hay que buscarlas detrás de 20 años de “ausencia” de gestión de los espacios naturales de Gran Canaria.

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¿Es este el único culpable?

¿Cómo es posible que desde la primera Ley de Espacios Naturales de verano de 1987 solo se haya desarrollado la mitad del planeamiento?, y lo que es más importante, ¿por qué el Parque Rural del Nublo y el resto de espacios, al contrario que los parques rurales de Tenerife, no dispone de oficina de gestión dentro del propio parque, ni de estrategias de desarrollo socioeconómico sostenibles, ni de participación de la población local que la haga protagonista y garante de su propio medio, etc…?.

¿Cómo es posible que la gestión de 34 espacios naturales de Gran Canaria se haya realizado a lo largo de estas décadas con 4 ó 5 técnicos?, y ¿cómo se ha dejado que la imagen que el ciudadano rural tiene de estas figuras de protección sea totalmente punitiva y controladora?. ¿Será porque no existe ningún tipo de entidad cercana que elimine “burocracia” a la relación con el ciudadano del monte y que posibilite la participación de estos en la gestión de su propia zona?.

¿Cómo es posible la falta de políticas preventivas en los montes durante estos 20 años? Las políticas de contratación en precario, la ausencia de un Plan de Voluntariado que asuma de forma organizada tareas de apoyo a la extinción de incendios (como existe, por ejemplo en Andalucía) y la evacuación de las poblaciones afectadas; la ausencia de planes de apoyo al pastoreo; la inexistencia de un plan de prevención de incendios específico para la Reserva Natural Integral de Inagua; la inexistencia de un Plan Insular de Incendios homologado, etc. ¿Cómo es posible esta ausencia larga y prolongada de gestión en los últimos 20 años?.

En estas preguntas hay que buscar las claves para mejorar la situación entre todos y recuperar Gran Canaria y no hacer demagogia sobre el papel de los “ecologistas”, ya que la voluntad del movimiento ecologista, y en concreto de Ben Magec-Ecologistas en Acción ha estado siempre marcada por una vocación esperanzadora y positivista, así durante estos 20 años hemos estado reclamando de una vez por todas voluntad política decidida que comience a resolver estas incógnitas. Entendemos que dadas las circunstancias y la situación en que se encuentra nuestro Patrimonio Natural y Cultural, las medidas adoptadas debieran ser aplicadas con rapidez y rigor, porque tal y como evoluciona el crecimiento poblacional y económico de la isla, los Espacios Naturales no van a aguantar otros 20 años más de inhibiciones y dejaciones por parte de las distintas administraciones responsables en la materia. Por todo esto nuestra organización tiene ya un listado de 500 voluntarios y voluntarias preparados para colaborar en recuperar Gran Canaria y apoyará cualquier movilización de los vecinos afectados en defensa de sus derechos. De una vez por todas, ¡manos a la obra!.

* Heriberto Dávila es Responsable de Organización de Ben Magec-Ecologistas en Acción