Colectivos ecologistas y vecinales lanzan la campaña Quiero un marrón con el objetivo de conseguir una gestión adecuada de la fracción orgánica de los residuos en la Comunidad de Madrid. Entre otras acciones, se realizarán actividades informativas en barrios y municipios para comprometer a los ayuntamientos de la región a una separación correcta de los residuos orgánicos domésticos.

Distintos colectivos vecinales y ecologistas de la Comunidad de Madrid lanzan la campaña Quiero un marrón. Con ella se pretende explicar y concienciar en los barrios, ciudades y pueblos madrileños sobre la necesidad de conseguir una correcta separación de la materia orgánica en los domicilios. Además, se buscará el compromiso de las corporaciones municipales para implantar sistemas eficientes y eficaces de separación.

Quiero un marrón aspira a conseguir un importante apoyo y participación vecinal. Es importante sensibilizar a la ciudadanía sobre las consecuencias positivas de una correcta separación, al tiempo que se incide en los peligros que supone el actual modelo de gestión. Para los colectivos participantes, la recogida selectiva de la materia orgánica y su correcto tratamiento aparecen hoy como fundamentales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación de los suelos por la presencia de vertederos, la producción masiva de materiales fertilizantes que provienen del petróleo y para cumplir con los objetivos europeos de reducción y reciclaje en 2020.

En la campaña Quiero un marrón participan colectivos vecinales (Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid-FRAVM), colectivos ecologistas (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, GRAMA) y colectivos sociales (Coopera y Composta, Red de Huertos Urbanos Comunitarios de Madrid, Economías BioRegionales).

La Directiva 2008/98/CE sobre los residuos, así como la Ley 22/2011 de Residuos y suelos contaminados, marcan el año 2020 como fecha límite para alcanzar un porcentaje de reciclaje del 50 % de los residuos domésticos. La cercanía de esta fecha está propiciando que algunos municipios hayan comenzado a introducir la recogida selectiva de la materia orgánica, al igual que sucede con las fracciones de papel y cartón, vidrio, envases, ropa, aceites vegetales usados, pilas y otros residuos. Para los colectivos participantes en “Quiero un marrón” estas actuaciones suponen, sin duda, un avance. Sin embargo, se considera que su puesta en marcha debe ir acompañado de una amplia participación vecinal activa, que en pocos casos se está realizando. Estas campañas, si no van acompañadas, de una amplia información y participación, están abocadas al fracaso en su funcionamiento y en sus objetivos.

Del total de los residuos domésticos, la materia orgánica supone un 40 % (170 kg/año por persona). La gran mayoría de este porcentaje se recoge mezclado con otro tipo de residuos y es tratado como simple “basura”, es decir, su destino es el vertido o la incineración. Conseguir una adecuada y eficiente separación y recogida selectiva es urgente para cumplir con las exigencias de la normativa europea y evitar futuras multas a ayuntamientos. Además, la transformación de estos residuos en un compost de calidad tiene numerosos beneficios, entre los que destacan:

  • la disminución de la creciente contaminación del entorno que acelera las consecuencias del cambio climático; así como la colmatación y creación de nuevos vertederos
  • un incremento del contenido de materia orgánica en nuestros suelos agrícolas
  • un ahorro del coste económico del uso de fertilizantes de síntesis y de la degradación ambiental que supone su uso

Quiero un marrón cuenta con una página web (www.quierounmarron.org) en la que se informa sobre la campaña y que irá albergando contenidos contenidos didácticos y noticias sobre los avances de la campaña.