Después de sufrir la semana pasada el primer episodio de contaminación por ozono troposférico en numerosas poblaciones del País Valencià, el 29 de mayo tuvo lugar en el Centre de Cultura Contemporània Octubre de València la II Jornada “Contaminación por Ozono en el País Valenciano”, con la participación de diversos expertos y responsables políticos de la Generalitat Valenciana. Se echó en falta la presencia de los regidores del ayuntamiento de Valencia en las competencias relacionadas directamente con movilidad y medio ambiente.

Tras la apertura del encuentro por la coordinadora de Ecologistas en Acción de València, Helena Prima, Mabel Parra responsable de la campaña de ozono del País Valencià de Ecologistas en Acción, expuso las particularidades del ozono troposférico, las fuentes de sus precursores, los efectos sobre la salud y la vegetación, las zonas afectadas del territorio y las referencias legales y de la Organización Mundial de la Salud.

Posteriormente, Mariam Sintes, médica de familia y comunidad, informó sobre los efectos tóxicos del ozono troposféricos, insistiendo en el daño oxidativo que provoca en los sistemas biológicos. La contaminación del aire por ozono troposférico causa cada año 1.800 muertes prematuras a personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas.

La Jornada se cerró con una mesa redonda sobre las posibles soluciones, a la que asistieron Joan Piquer, Director General de Cambio Climático y calidad ambiental de la Generalitat Valenciana, Marian Sintes, medica de familia y comunidad, Vicente Portoles, alcalde de Villar del Arzobispo y Miguel Angel Ceballos, responsable de la campaña de ozono a nivel en el Estado español.

En la mesa, Miguel Angel Ceballos, destacó que la ciudad de València viene incumpliendo desde el año 2013 el límite legal del tóxico dióxido de nitrógeno, principal gas precursor del ozono emitido por el intenso tráfico urbano y metropolitano. Asimismo, seis de las dieciocho zonas en que se divide el País Valenciano a los efectos de controlar la contaminación atmosférica han superado durante 2017 el valor objetivo para la protección de la salud establecido por la normativa para el ozono, afectando a más de 900.000 habitantes del interior de la Comunidad.

Mariam Sintes, hizo hincapié en la necesidad de financiar políticas que promuevan un cambio de hábitos de la ciudadanía con respecto a la movilidad y en medicina preventiva, de esta manera el gasto sanitario se verá reducido, porque las enfermedades cardiovasculares y respiratorias están directamente relacionadas con la contaminación ambiental. También pidió que se ubicaran paneles informativos en la vía pública para que las personas pudieran saber qué niveles de contaminación se tiene en cada momento.

Vicente Portoles, como representante de la parte afectada hizo hincapié en la necesidad de controlar este contaminante en las poblaciones afectadas y solicitó la ampliación de la red de medidores en las poblaciones afectadas, para poder tomar las medidas necesarias y poder informar a la población.

Joan Piquer, expuso las dificultades para combatir la contaminación por ozono, al no poderse identificar con claridad las fuentes de sus precursores, siendo necesaria la adopción de medidas coordinadas a nivel estatal e internacional, que la Generalitat Valenciana ha venido reclamando reiteradamente al Gobierno Central. Actualmente se están revisando los Planes de Mejora de la Calidad del Aire de la aglomeración de València y la Zona Cerámica de Castellón, pero no hay previsión de ampliar estos planes a las zonas afectadas por ozono.

Finalmente, los asistentes durante el turno de preguntas le recordaron al representante de la GVA que la elaboración de Planes de Mejora de la Calidad del Aire para reducir el ozono es obligada según la legislación, señalando que los planes existentes en las aglomeraciones de Alicante, Castellón y València están obsoletos y no se están aplicando, y que es necesario actuar frente a industrias muy contaminantes como la refinería de petróleo de Castellón, la cementera de Sagunto o la fábrica de automóviles de Almussafes, con emisiones de contaminantes precursores de ozono en ocasiones superiores a las de los núcleos urbanos.