Documento aprobado en el Congreso Constituyente de Ecologistas en Acción y modificado en las Asambleas Confederales de diciembre de 1999, de 2005 y de 2018.

Ecologistas en Acción es una organización social plural donde caben diferentes formas de vivir el ecologismo, y donde entendemos que el destino de las sociedades humanas es inseparable de los ecosistemas naturales porque como cualquier otra especie somos ecodependientes (nuestra vida y salud depende de la salud de los ecosistemas) y biodependientes (nuestra capacidad de subsistir depende de la biodiversidad) e interdependientes (dependemos de la cooperación entre las personas).

Este convencimiento parte de la concepción de nuestro planeta como una intrincada conjunción de sutiles equilibrios entre los diferentes ecosistemas y las diferentes especies. Sus interacciones y sus estructuras están estrechamente relacionados, conformando una parte de lo que llamamos naturaleza.

Nuestra relación con la naturaleza no puede seguir basándose en la idea de explotación y dominación, como tampoco las relaciones entre las personas. Tenemos que enfrentar con urgencia la crisis socioecológica global que en la actualidad afecta, de forma desigual, a las personas en el mundo. Y tenemos que impedir que se violen sistemáticamente los derechos humanos y ambientales de la mayor parte de la humanidad a causa de mantener funcionando el actual modelo de producción y consumo que impulsa la privatización y mercantilización de todos los bienes y recursos y genera cada vez más desigualdad y miseria. Queremos sociedades justas que vivan en armonía con la naturaleza. Por eso Ecologistas en Acción trabajará en favor de una nueva ética en las relaciones de los seres humanos con los demás seres vivos y sus hábitats. Por eso también es preciso reconocer los derechos elementales de los animales, a los que nunca más debemos infligir sufrimiento por diversión, tradición ni ornamento.

Las culturas derivadas del productivismo han tenido, a lo largo de la historia, unas relaciones insensibles e insensatas con la Tierra. La naturaleza se consideraba una fuente inagotable de recursos y un sumidero infinito donde depositar todo tipo de residuos. Ahora sabemos que las acciones humanas y las estructuras sociales están perturbando seriamente los equilibrios de la biosfera, lo que ha generado una crisis ecológica sin precedentes en la historia de la humanidad, caracterizada por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la degradación de los ecosistemas y el agotamiento de ciertos recursos.

Ese mismo modelo productivista ha derivado en un aumento de la desigualdad económica, es decir, la crisis social y ambiental están interrelacionadas. No es posible salvaguardar el medio ambiente común sin tener en cuenta la justicia social. Tampoco es posible trabajar por una sociedad justa, equitativa y armoniosa que permita el desarrollo personal de sus individuos si esta sociedad no incluye una relación con la naturaleza que respete sus ciclos y equilibrios. En un mundo en el que los recursos naturales son limitados y se degradan a gran velocidad, no poner los temas ambientales en el centro puede provocar un gran sufrimiento social.

Unas relaciones sostenibles de todas las personas con el medio ambiente deben asegurar que las actividades humanas respeten las dinámicas de los ecosistemas y que los recursos estén equitativamente repartidos entre todas las personas, las que existen y las que van a venir. Eso conlleva un cambio radical de las actividades humanas hacia formas socialmente justas y respetuosas con la base natural común. Para que su uso sea sustentable y generalizable, los recursos deben ser renovables, la extracción no debe superar su tasa de renovación, las sustancias devueltas al medio deben respetar la capacidad de asimilación de este, las fuentes no renovables deben sustituirse por otras renovables, además de ir adaptándonos a las consecuencias del cambio climático que ya se están produciendo

La ecología nos devuelve la conciencia del límite. Nuestra dinámica económica y social debe basarse en el conocimiento de la naturaleza y su funcionamiento y en el Principio de Precaución. El camino hacia un mundo más justo y ecológico debe incorporar puntos de vista más amplios, que incluyan a toda la diversidad de protagonistas y no solo criterios técnicos o de personas expertas. Las decisiones últimas han de recaer en las personas, comunidades y pueblos protagonistas del cambio, teniendo en cuenta los criterios que aporta el conocimiento científico y excluyendo de esta toma de decisiones a los sectores causantes de la degradación ambiental y social.

Todas estas intenciones y anhelos se concretan en los siguientes puntos:

1.- La conservación del medio ambiente en óptimas condiciones es un Derecho de todos los seres vivos y una obligación moral de los seres humanos. Ese derecho debe hacerse realmente efectivo para el conjunto de la vida en el planeta porque eso es lo que permite que la Humanidad se desarrolle en condiciones de dignidad, tanto en la distribución de los recursos como en la satisfacción de aquellas necesidades lúdicas, culturales y psicológicas para las generaciones presentes y futuras. Un medio ambiente sano y diverso es una necesidad de primer orden, que debe modelar cualquier política de desarrollo. La economía es necesariamente un subsistema de la sociedad, y esta a su vez de la biosfera, y por lo tanto debe sufrir cambios profundos para dejar de ser ciega, como lo es en la actualidad, a los impactos que se producen sobre las personas y el medio. Debe ser una economía circular, que cierre el ciclo de materiales y disminuya drásticamente la generación de residuos, aprovechando los recursos con una perspectiva de disponibilidad limitada, reparto, decrecimiento y autocontención. La formalización y construcción de una nueva Economía debe estar fundamentada en la Economía Ecológica y la Economía Feminista, acabando con la obsesión por el crecimiento ilimitado. Debe basarse en parámetros como la energía, la entropía, y la cantidad y calidad física de los recursos, o los tiempos necesarios para los procesos y trabajos que sustentan la vida. La nueva Economía debe ser una economía real, no basarse en valores de cambio o especulativos absolutamente desacoplados de la realidad física de los ecosistemas y de las necesidades de las personas. Asimismo debe contemplar un desarrollo humano basado en la sustentabilidad de la vida, los cuidados entre personas y en la satisfacción equitativa de necesidades, es decir coincidir con los principios de la Economía Social y Solidaria.

2.- Denunciamos el desarrollismo económico imperante, basado en la explotación abusiva e ilimitada de los recursos naturales y de las personas. Defendemos un desarrollo humano respetuoso con la Naturaleza en el que el aprovechamiento racional de tales recursos sea garantía para su conservación. En consecuencia, rechazamos el modelo de producción capitalista (como rechazamos en su día el ejercido por el socialismo burocrático y cualquier otra fórmula socioeconómica basada en el productivismo). Nos oponemos asimismo, al modelo de sociedad consumista porque, junto a los impactos ecosociales que conlleva, no tiene como objetivo la resolución de las necesidades humanas sino la acumulación de riqueza en cada vez menos personas en el planeta. Se imponen unas pautas sociales de conducta que socavan la libre elección de las personas y no promueven la felicidad. Denunciamos una tecnología cada vez más incompatible con el cuidado de los ecosistemas y en la que se confía como principal solución a los desmanes del crecimiento económico. Solo una tecnología que cuide la vida, junto con el freno de la producción, puede mantenernos en paz con el planeta.

Defendemos la soberanía ambiental (energética, alimentaria, de agua, tecnológica, etc.), es decir, la concepción de los recursos naturales como bienes comunes que deben ser gestionados de forma democrática, evitando todo tipo de exclusión y respetando los límites de los ecosistemas. Apoyamos la autogestión económica, la bioregionalización y el autoabastecimiento local de recursos, ya que supone una mayor soberanía y disminuye los costes ambientales, además de mejorar nuestra capacidad de adaptación a las consecuencias del cambio climático.

Reclamamos en concreto el derecho de todos los pueblos a decidir sobre sus sistemas alimentarios y a alimentos en cantidad suficiente, sanos y culturalmente apropiados. Trabajamos por tanto en defensa de la Soberanía Alimentaria y la Agroecología, como las únicas vías para alimentar al mundo de forma respetuosa con los límites biofísicos del planeta y las necesidades humanas.

3.- Para poner fin a la degradación de los paisajes y los ecosistemas, tanto marinos como terrestres, necesitamos una nueva ordenación del territorio que garantice la conservación de los espacios naturales, racionalice el uso y disfrute de los mismos, evite el deterioro de los suelos y la desertificación, promueva un aprovechamiento racional de los recursos y optimice para todo el territorio las necesidades de la sociedad, sin menoscabo de la calidad de vida de la población local y sin pérdida de identidad de las personas con su entorno y minimizando con ello los efectos que el cambio climático tendrá sobre los ecosistemas planetarios.

Consideramos imprescindible la conservación de la diversidad biológica, sometida a una crisis aguda en todo el planeta. Esta crisis se traduce en una progresiva extinción de especies de flora y fauna, en el deterioro de los diversos tipos de ecosistemas, en la desaparición de las más importantes masas forestales y en la alteración de las funciones ecológicas esenciales que mantienen los ecosistemas en equilibrio dinámico. Una situación que se agravará debido a las consecuencias del incremento de la temperatura global. Estos graves impactos suponen una pérdida incalculable de patrimonio genético y de recursos aprovechables, someten a los ecosistemas a una degradación permanente y afectan al Derecho de los pueblos a tomar decisiones referentes a su alimentación y sus formas de vida.

Ante el grave deterioro que ha sufrido el medio natural en las últimas décadas es esencial que las administraciones identifiquen y actúen sobre las causas subyacentes de la destrucción de la biodiversidad, y que todas las políticas sectoriales sean compatibles con su conservación. Es evidente que actuando únicamente sobre las políticas de espacios protegidos y de conservación de especies amenazadas resulta imposible frenar la pérdida de biodiversidad. Por ello, reclamamos la puesta en marcha de procesos de renaturalización de los espacios naturales degradados, la recuperación de especies extinguidas, y la progresiva recuperación de las funciones ecológicas. Una serie de medidas que deben basarse en el mejor estado de conservación de los sistemas y no suponer una mercantilización de los recursos naturales por su importancia como sumideros en la lucha climática.

Queremos además un medio rural vivo, gestionado de acuerdo a los límites de los ecosistemas, que fomente la biodiversidad y en el que la población que lo habita pueda cubrir sus necesidades. También queremos ciudades verdes, adaptadas al clima y a la cultura local, rediseñadas desde la óptica de los colectivos más vulnerables, de forma que den lugar y garanticen la conservación de la biodiversidad, construidas dando prioridad a las necesidades humanas y de las comunidades y no de los mercados. Ciudades donde se priorice el uso peatonal y que estén dimensionadas de forma acorde al territorio que las sostiene.

4.- Debe ponerse  fin a la creciente contaminación de las aguas marinas y continentales, de la atmósfera, de los suelos y los alimentos y a la contaminación electromagnética, que suponen un  peligro para la salud humana. Por ello, abogamos por una tecnología industrial alternativa que ponga en marcha modelos de producción limpia, que no produzcan sustancias incapaces de integrarse en los ciclos biogeoquímicos del planeta, que eviten en origen la generación de residuos y vertidos contaminantes y que conviertan los subproductos de unas industrias en recursos para otras. El nuevo modelo de ecología industrial debe abogar por una verdadera economía circular, lo que supone cerrar los ciclos de los materiales, sustituyendo la actual cadena lineal que convierte recursos en residuos. La reducción de residuos en origen mediante el cambio de productos y procesos, el diseño orientado a la reparabilidad y la reutilización de objetos alargando su vida útil, deben preceder al reciclaje, cuya industria, no obstante, debe ser fomentada de forma indispensable. Consideramos insuficientes las medidas paliativas de “final de tubería”, como las depuradoras, y rechazamos enérgicamente el desarrollo de tecnologías finalistas de tratamiento como el vertido o la incineración, que sólo trasladan el problema a otros lugares, aumentando los riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente mientras permiten que continúe la generación ilimitada de residuos. Exigimos una regulación de la exposición a los campos electromagnéticos que proteja realmente la salud pública.

5.- Frente a la lucha contra el cambio climático, abogamos por un horizonte energético 100% renovable, descentralizado y democrático, que sólo podrá ser posible por medio de una disminución drástica y equitativa del consumo energético global. En ese sentido, el autoconsumo renovable debe de ser el pilar de la transición energética necesaria, especialmente en el sector eléctrico Un pilar fundamental para luchar contra el oligopolio energético cuya concentración de poder le permite una clara influencia en la toma de decisiones políticas, la fijación de los precios de la luz y la generación de pobreza energética.

Nos declaramos en contra del uso de la energía nuclear, tanto para la generación de electricidad como para la construcción de armas nucleares, por el riesgo que supone para todo tipo de vida, y por ser una falsa solución al cambio climático. También rechazamos la industria nuclear porque fomenta un modelo de sociedad militarizada y monopolista, incompatible con las metas de autogestión y desarme que defendemos.

Nos declaramos en contra de las falsas soluciones al cambio climático, aquellas que como la geoingeniería o la captura y almacenamiento de carbono no han demostrado reducciones significativas de emisiones de GEI y en muchos casos suponen un enorme riesgo o la continuidad de sectores altamente impactantes como el carbón.

Propugnamos un modelo energético alternativo más descentralizado, basado en el ahorro y el uso eficiente de las energías limpias y renovables, para lo que resulta necesario proceder al cierre de los sectores fósiles con la mayor brevedad posible. En ese sentido, resulta clave identificar las mejores soluciones para los distintos usos de la energía renovable, de forma que se priorice el uso de recursos con alta densidad energética para usos no sustituibles, limitándose su uso en aquellos sectores donde existen mejores soluciones como la energía solar o la eólica. Para ello es necesario oponerse a proyectos e inversiones que suponen una huida hacia adelante de un modelo económico fósil y caduco.

6.- Nos declaramos a favor de que se reconozcan los derechos de los animales no humanos. En un mundo controlado por la especie humana se han de establecer unas responsabilidades de esta hacia los animales, domésticos y silvestres, y sus necesidades, resultando imprescindible promover una cultura y una legislación que regule los derechos de los animales. El progreso, la paz y la educación deben conjugarse en armonía con el respeto hacia el resto de las especies que también forman parte de la Naturaleza, con las cuales directa o indirectamente nos relacionamos.

7- Nos declaramos ecofeministas. Creemos que as relaciones de opresión sobre la naturaleza tienen la misma raíz que la opresión hacia las mujeres y que la violencia más extendida en todas las sociedades es precisamente la que sufren las mujeres, quienes, además, tienen a su cargo los trabajos de sustento y cuidado de la mayoría de la humanidad. Queremos una sociedad emancipada donde todas las personas tengan el pleno dominio de su cuerpo y de su tiempo. Donde las relaciones afectivas y sexuales sean una forma de comunicación libre y placentera. Donde la cultura se enriquezca, haciendo universales los valores del cuidado de las demás personas, de la emoción y la mesura, de la cooperación y del rechazo de las jerarquías.

Queremos también una sociedad basada en la diversidad sexual frente al binarismo del sistema sexo-género y a los estereotipos de género, para que cada persona elija libremente su identidad sexual y orientación sexual. Apoyamos la lucha del colectivo LGTBIQ+ en este sentido.

Reclamamos la igualdad de derechos para todas las personas y nos sumamos al movimiento feminista que lucha por la equidad y contra la discriminación por razones de género, identidad y orientación sexual. Y por las mismas razones manifestamos nuestra solidaridad con todos los movimientos que luchan contra otros desequilibrios de poder: discriminaciones racistas, por clase, edad, capacidad, religión, nación o cualquier otra diferencia.

Por ello desde nuestra organización trabajamos para que exista el clima de confianza y apoyo necesario para conseguir una participación igualitaria, libre de desequilibrios de poder y donde se valoren y visibilicen todos los tipos de trabajo.

8.- Consideramos inaceptable el actual orden económico internacional y la globalización capitalista promovida por las Instituciones Financieras Internacionales y los Tratados Comerciales y de Inversión, ya que suponen nuevas formas de colonialismo, al fomentar la acumulación de poder por parte de las multinacionales e incrementar la deuda ecológica de los países del Norte (los países enriquecidos que conforman las grandes potencias económicas) con los pueblos del Sur. Los países del Norte son quienes más han contaminado, más han expoliado los recursos y más residuos han generado y sin embargo son los países del Sur quienes más sufren las consecuencias. También denunciamos las crecientes desigualdades económicas en el seno de los países, tanto en los enriquecidos (donde existe un creciente aumento de la población desplazada hacia la marginación) como en los empobrecidos (en los que también hay élites).

Alertamos sobre el gran peligro para la Humanidad que suponen las crecientes diferencias económicas, que se traducen en nefastos efectos para la civilización humana y su medio ambiente, como la pobreza, la desertificación, el desplazamiento y la emigración forzosa, así como las pandemias, la militarización y las guerras.

Denunciamos la operación de ocultar las contradicciones del capitalismo desplazando las industrias contaminantes y sus residuos a las zonas más empobrecidas y explotando, a la vez, sus recursos naturales y humanos mientras que se impide la aplicación de formas de ecodesarrollo adecuadas a sus problemas y necesidades. Por estas razones reclamamos el reconocimiento de la deuda ecológica, tanto la que tienen contraída los Países del Norte con los del Sur como la que tienen unas regiones con otras, los centros respecto de las periferias, o unos barrios con otros.

Nos solidarizamos con todos los pueblos del mundo y con su derecho a la autodeterminación, y abogamos por el fin del colonialismo económico, cultural, y político, que tan graves consecuencias ha tenido hasta el presente. Defendemos el derecho a la diversidad de las culturas autóctonas y de sus formas de vida. Propugnamos una actuación global de todos los pueblos en la defensa del medio ambiente.

Asimismo rechazamos cualquier impedimento a la libre circulación de personas por el planeta, y denunciamos que el gran flujo migratorio desde el Sur global hacia el Norte global se debe mayoritariamente al empobrecimiento histórico al que los países del Norte han condenado a los del Sur. Creemos que ningún ser humano puede ser ilegal. Abogamos por sociedades interculturales.

9.- En la era de la información apoyamos la libre circulación de ésta y nos declaramos en contra de su apropiación y patentado. Queremos señalar especialmente nuestra oposición al patentado de la información genética y al uso de organismos genéticamente modificados en espacios no confinados, lo que incluye, entre otras, sus aplicaciones agrícolas. Consideramos que las patentes perjudican a la población más empobrecida del planeta.

10.- Proponemos un modelo de democracia real, en el que la participación ciudadana se convierta en el eje vertebrador de las relaciones entre la administración y la ciudadanía con la máxima descentralización en todo tipo de foros, respetando las decisiones e intereses globales.

Rechazamos la acumulación de poder y los totalitarismos políticos. Abogamos por el fomento del asociacionismo y el cooperativismo libre e independiente, y consideramos la experimentación de las ideas alternativas como una garantía para la búsqueda de nuevas iniciativas de progreso.

Proclamamos el derecho de la ciudadanía al acceso a la más amplia y libre información, imprescindible para la toma democrática de decisiones. Denunciamos la tergiversación de la realidad en los medios de comunicación dominados por el Estado y los grandes grupos económicos. Nos oponemos a la existencia de información secreta o reservada a la administración y el capital privado, así como, al enorme poder de influencia de las corporaciones económicas en las decisiones políticas y apoyamos su expulsión de los marcos de negociación nacional e internacional. Apoyamos los medios alternativos y populares de expresión.

11.- Abogamos por la resolución no-violenta de los conflictos y trabajamos por la supresión de ejércitos y bloques militares, cuya existencia consideramos irracional. Nos declaramos pacifistas y, en consecuencia, nos oponemos a la militarización de la sociedad, a la aplicación de la ciencia y de la tecnología para usos militares, que ponen en constante peligro la paz mundial. Denunciamos el impacto social y ambiental de la industria militar, del comercio de armas y, en particular, de las pruebas nucleares. Nos oponemos a todo acto violento contra la población civil y a la denominada “guerra contra el terrorismo” porque perpetúa la división y el odio entre culturas y porque la consideramos una excusa para el mantenimiento del orden internacional actual y del neoimperialismo. Alentamos a no cooperar fiscalmente con los gastos militares y a la desobediencia civil ante cualquier imposición militarista.

Creemos en la libertad de expresión y en el debate político. Por ello nos oponemos al creciente control social y al aumento de la represión (tanto burocrática como judicial) de la población.

Una sociedad justa y en paz con la Naturaleza debe estimular la cooperación en la diversidad y la solución pacífica de los conflictos. La paz, la no-violencia y la solidaridad son instrumentos indispensables para hacer frente a los graves problemas de nuestro tiempo, evitando cualquier forma de xenofobia, intolerancia y racismo.

 

12.- Rechazamos los trabajos que reducen las posibilidades de supervivencia de las personas y los ecosistemas, y reconocemos como trabajos socialmente necesarios aquel que hace posibles vidas dignas en condiciones de sostenibilidad. El concepto de trabajo se debe entender no solo como el trabajo remunerado por un salario sino también el trabajo doméstico de cuidados. Reclamamos que los trabajos se realicen en condiciones de dignidad y libres de explotación, y cuestionamos la salarización del trabajo. Rechazamos un discurso mediático cultural y educativo predominante llamado también pensamiento único, que defiende el crecimiento continuo, el “sálvese quien pueda”, que margina y externaliza la biosfera, y que en este momento es suicida para la convivencia de la mayor parte de la humanidad con la biosfera de la que depende. Necesitamos un giro cultural y un sistema educativo que permita aprender una cultura de la sostenibilidad; una justicia social efectiva y un desarrollo legislativo que garantice todos los derechos ciudadanos; y, en general, que sean cubiertas todas las necesidades básicas de las personas.

En este sentido defendemos el acceso universal a los servicios públicos de interés general, tales como agua potable, educación, sanidad, vivienda, etc., que en ningún caso pueden ser considerados como mercancías.



Principios ideológicos de Ecologistas en Acción
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