Casi 3.700 animales de compañía han sido eliminados en el Centro de Control Animal durante el año 2008. Ecologistas en Acción considera una cifra excesiva y exige al Ayuntamiento de Córdoba una batería de medidas que reduzcan de forma notable el número de animales sacrificados todos los años.

Más del 60% de los animales -3.674 entre perros y gatos principalmente- que ingresaron durante el año que acaba de finalizar en el Centro Municipal de Control Animal bajo la gestión de la empresa municipal SADECO, murieron por inyección letal. Es justo reconocer el esfuerzo del Ayuntamiento de Córdoba en los últimos años, pero no dejan de ser demasiados animales para conformarse con estas cifras o similares, año tras año.

Ecologistas en Acción considera fundamental la adopción de medidas encaminadas a reducir el abandono y la entrega voluntaria de animales de compañía. Un entrega voluntaria que se ha convertido en un sistema legal de abandono institucionalizado y amparado por una deficiente normativa en materia de protección y bienestar animal. Aumentar el nivel de sensibilidad en la sociedad y de responsabilidad, es esencial, para rebajar los porcentajes de maltratos y de los diversos tipos de abandonos de animales de compañía, incluido los abandonos institucionalizados a los que se hacía referencia anteriormente.

Medidas que se deberían de adoptar:

- Creación de un equipo especializado y permanente en el seno de la Policía Local dedicado expresamente al control de criaderos de perros, residencias caninas, tiendas de animales, clínicas veterinarias, instalaciones agropecuarias, etc.

- Mejorar las condiciones y el trato de los animales durante su estancia en el Centro Municipal de Control Animal. Su buen aspecto y jovialidad es fundamental para despertar interés en los posibles adoptantes.

- Ampliar los horarios del Centro de Recogida Animal para facilitar la adopción de los animales residentes.

- Mientras que no se supere la capacidad de acogida del centro, se debe de mantener vivos a todos los animales recogidos. Se deberían de establecer convenios con las asociaciones protectoras de animales (creación de una red de centros y albergues).

- Campañas de educación ambiental destinada a la población en general.

- Campaña de educación y sensibilización destinada específicamente al colectivo de los cazadores. Son responsables de un número significativo de perros que son desechados para la caza.

- Establecimiento de líneas de colaboración con las asociaciones protectoras de Córdoba, prestando ayuda pública para la alimentación de los animales recogidos, así como para la construcción de albergues y refugios que sirvan de apoyo a las instalaciones municipales.

La madurez de una sociedad y su progreso moral pueden y deben de ser valorados por la forma en que tratan a los animales. En este sentido, nuestra sociedad no sale precisamente bien parada. El trato que una sociedad da a los animales dice mucho de su grado de civilización. Por tanto, estas propuestas de cambio de pensar y de actuar no se deberían entender como patrimonio de unos animalistas caprichosos, sino que deben estar en el centro de las preocupaciones éticas del conjunto de nuestra sociedad. Es una sensibilidad social que emerge cada día con más fuerza y que hasta ahora está viéndose reprimida y caricaturizada por determinados sectores sociales, intelectuales y por la mayoría de las instituciones públicas. Ampliar la moralidad, de forma que cubra no sólo a los seres humanos, sino a todos los seres vivos capaces de sentir placer y dolor, se debería de entender y asumir como una obligación moral.