La que podría ser la mayor tala de árboles en casco urbano de toda la historia de Campo de Criptana, ha tenido lugar a finales de febrero bajo la iniciativa, ejecución y supervisión de su Ayuntamiento, según informa Salicor-Ecologistas en Acción.
Son unos 140 árboles de la especie “Populus Simonii” los que, sin más miramientos han sido directamente aserrados por su base y han dejado desnuda la más importante entrada a la población, la carretera de Alcázar, a la que desde hace 15 años flanqueaban en arboledas lineales que ya se habían convertido en una imagen referencial para todos los vecinos.
El movimiento ecologista ha lamentado la firme determinación mostrada por el Gobierno Municipal en emprender un tipo de actuación ya en claro retroceso y rechazo en la mayoría de los ámbitos territoriales, que optan más por la prudencia y la restauración incluso en comunidades como la de Madrid, de orientación política no muy distinta a la local, donde, por ejemplo, desde el año pasado, por Decreto, se prohíbe terminantemente la tala de árboles de más de 10 años o más de 20 cm. de diámetro.
No ha sido tanta la determinación, sin embargo, piensa el colectivo ecologista, a la hora de plantar árboles por parte del actual gobierno local. Empeñado en quitar, se ha olvidado por completo de poner. No conocemos el caso de un solo árbol plantado en el casco urbano en todo su mandato. No ha sido capaz de poner en marcha un Plan de Arbolado Vial razonable y hemos tenido que ver cómo viales tradicionalmente arbolados, como la calle Antonio Espín, siguen convertidos en un secarral, o cómo zonas potencialmente “arborizables” siguen olvidadas.
No ha sido capaz tampoco, a pesar de las insistencias ecologistas, de sacar adelante la Ordenanza Local de Protección de Árboles Singulares y, en cuanto a reforestación extraurbana, no puede haber otra calificación que cero bajo cero.
Como agravante de esta actuación conviene remarcar que el Ayuntamiento se halla en pleno proceso de elaboración de la Agenda 21 local, una agenda cuyo objetivo es la reconversión de las políticas económicas, sociales y medioambientales hacia prácticas más sostenibles. No parece, a la vista de estos y otros hechos, que el gobierno local se esté tomando demasiado en serio esta Agenda que significa mucho para el futuro de Criptana.
Ante la situación creada, Ecologistas en Acción vuelve a recordar su postura de siempre: que es razonable el estudio de determinados casos muy puntuales y excepcionales del casco urbano por diversos problemas de peligro insalvable y siempre de acuerdo, entre otras consideraciones, a la legislación medioambiental vigente; pero ello nunca puede suponer el arrasar toda una arboleda, y menos con acompañamiento de adelfas que ni estaban enfermas ni presentaban ningún tipo de problemas.
Pero, sobre todo, pide al Ayuntamiento la suspensión total de cualquier tala en la localidad y la inmediata reposición de las arboledas lineales de la carretera de Alcázar. Pide, además, que esta reposición se haga con criterios de racionalidad y perdurabilidad, cosa que, entiende, sólo puede garantizarse si viene respaldado por un proyecto realizado por técnico específico competente en paisajismo y medio ambiente y, finalmente, dicho proyecto es sometido a procedimiento de exposición pública en base a lo emblemático y referencial de la ubicación. No estaría de más que Campo de Criptana, de una vez por todas deje de ser conocido como el pueblo donde los árboles nunca llegan a viejos.