Ecologistas en Acción considera que el nuevo Gobierno continuará con las mismas políticas insostenibles que nos han llevado a la crisis ambiental y social en la que nos encontramos, como demostró el discurso de investidura y la elección de los nuevos ministros y ministras del segundo Gobierno de Zapatero.

La presente legislatura debería tener como gran prioridad frenar la actual crisis ambiental y dar un giro en las políticas sectoriales hacia la sostenibilidad, sin embargo, tras el discurso de investidura del Presidente de Gobierno donde se puso en evidencia la apuesta por el crecimiento económico ilimitado y la construcción de mas infraestructuras de transporte como supuesta solución a la crisis del sector urbanístico, y el reciente nombramiento de los diferentes Ministerios, manteniendo en sus puestos a los ministros que han desarrollado políticas mas insostenibles y eliminando el Ministerio de Medio Ambiente demuestra que se trata un gobierno mas neoliberal, menos social y en el que la crisis ambiental se profundizará todavía mas.

Para Ecologistas en Acción la continuidad de algunos Ministros en sus cargos demuestra el continuismo de las políticas insostenibles de la anterior legislatura. Estos son los casos, especialmente graves, de Magdalena Álvarez que prosigue como Ministra de Fomento y por tanto se mantendrá el Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT) que tan negativas consecuencias ambientales está teniendo; la continuidad de Solbes y su apuesta neoliberal en el Ministerio de Economía; y la continuidad de Moratinos en Exteriores manteniendo así el apoyo a las transnacionales españolas en el extranjero y el envío de tropas a Afganistán.

De los nuevos ministerios Ecologistas en Acción muestra su preocupación por las primeras declaraciones realizadas por Celestino Corbacho nuevo Ministro de Trabajo e Inmigración en referencia al endurecimiento de la represión migratoria, así como el nombramiento de Miguel Sebastián en Industria que refuerza el giro neoliberal del Gobierno y puede suponer un retroceso en el necesario cierre de las centrales nucleares.