La indisciplina urbanística sigue campando de forma generalizada en el municipio de El Puerto, parte de culpa la tienen los ciudadanos que siguen pensando que por construir de forma ilegal no pasa nada; otra buena parte de la responsabilidad la tienen aquellos políticos que han hecho la vista gorda o han apoyado sin tapujos todo este fenómeno de viviendas ilegales; pero algunos técnicos del Ayuntamiento también tienen su parte de responsabilidad. En concreto, el Servicio de Disciplina Urbanística ha demostrado una absoluta incompetencia, pues aquí no se derriba nada, limitándose, en el mejor de los casos, a imponer sanciones económicas, convirtiendo la disciplina urbanística en una mera fuente de ingresos para el Ayuntamiento.

No es ajeno al descontrol urbanístico que existen El Puerto el que este Servicio tenga multitud de expedientes sancionadores y de restauración de la disciplina urbanística paralizados, que casi ninguno llega a su fin, y que, cuando lo hace, no se ejecutan las sanciones de derribo. Tampoco es ajeno el hecho de que funcionarios de urbanismo trabajen para empresas privadas, y que desde estas empresas privadas tramitan expedientes de legalización fraudulentos. Otro factor que ha impedido un trabajo efectivo es el hecho de que estén unidos los Servicios de Licencias y de Disciplina Urbanística, de hecho, muchas de las obras ilegales que hemos denunciado tenían informes favorables del jefe de Servicio que, en teoría, debería tramitar los expedientes contra estas construcciones ilegales.

Por ello Ecologistas en Acción ya solicitó a la concejala de Urbanismo, Patricia Ybarra, la necesidad de crear un Servicio de Disciplina Urbanística en exclusividad, dotándolo de medios humanos y materiales para hacer efectivo el cumplimiento de la legalidad. Otra medida podría ser dotar a la Guardería Forestal de competencias en la vigilancia del suelo no urbanizable, para así tener un efectivo control de las construcciones y urbanizaciones ilegales.

El Puerto no puede seguir con continuos escándalos por ilegalidades y corruptelas urbanísticas. Ybarra tiene que poner orden, y pronto.