Según la Agencia Europea de Medio Ambiente el 85% de las zonas costeras están en situación de riesgo alto o moderado por presiones diversas. El litoral es un espacio de alto valor ecológico y paisajístico, que hay que conservar como principal recurso natural que potencie el desarrollo socioeconómico sostenible. El 37 % de las especies de flora vulnerables o en peligro de extinción de Andalucía están en el litoral. El modelo de desarrollo del litoral es claramente insostenible, por lo que el movimiento ecologista se planteó dar señales de advertencia y ofrecer alternativas a estas agresiones. En el año 1999, Ecologistas en Acción comenzó una campaña pública de denuncia de aquellas playas o tramos del litoral que sufrían vertidos contaminantes o agresiones urbanísticas, siendo merecedoras del baldón “Bandera Negra”. En el caso de que estos impactos fueran de menor gravedad o de carácter esporádico, se les distinguía como “Punto Negro”.

La motivación que nos mueve a conceder ambos “galardones” sigue siendo la misma: informar a los gaditanos y a todos los usuarios de las playas del estado ecológico en el que se encuentran y exigir a las autoridades una mayor diligencia en la protección del medio ambiente litoral. La distinción “Banderas Azules” que persiguen los Ayuntamientos costeros, ha demostrado con creces ser un engaño, carecer de rigor y concederse en función de intereses meramente turísticos, por lo que se le ha retirado el aval de la UE. La autodenominada “Fundación Europea de Educación Ambiental” sigue otorgando estos pseudogalardones, sin ofrecer ninguna credibilidad.

La costa gaditana tiene 180 kilómetros, de los que 138 lo abarcan sus 40 playas, siendo un espacio vital para las actividades turísticas. Aunque en algunos casos la fuerte dinámica litoral del mar diluye los vertidos, consideramos totalmente inaceptable que, a estas alturas, se produzcan vertidos de aguas residuales al mar sin depuración de ningún tipo, incumpliendo flagrantemente la obligación legal de depurar todos los vertidos a las aguas continentales y marítimas, que establece el Real Decreto 509/1996 de tratamiento de las aguas residuales urbanas. La Directiva 91/271 de la UE fijó como fecha tope el 31 de diciembre de 2000 para que todos los municipios litorales de más de 15.000 habitantes equivalentes depuraran sus aguas residuales y exige la depuración de todas las aguas residuales en el año 2005 para municipios de más de 2000 habitantes. Pero no es solamente la calidad de las aguas el criterio que hemos seguido a la hora de otorgar «Banderas Negras», también hemos tenido muy en cuenta las agresiones urbanísticas, que lamentablemente se están generalizando en el litoral gaditano, provocando impactos ecológicos y paisajísticos que pueden ser irreversibles.

La finalidad de esta iniciativa sancionadora no es ahuyentar el turismo ni castigar a los ayuntamientos que mantienen en mala calidad sus playas o promueven agresiones urbanísticas; creemos que el mantenimiento del buen estado de las aguas y de las playas es una exigencia ineludible que continuamente vemos incumplida, a pesar de que el mayor y mejor atractivo turístico es ofrecer una costa en perfecto estado de salud ambiental, además de ser uno de los compromisos de «desarrollo sostenible» emanados de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro y plasmados en el documento aprobado en enero de 2000 para el Desarrollo Sostenible de Andalucía (Agenda 21 Andalucía). Deseamos que los ayuntamientos que se han ganado a pulso este baldón, lo asuman como un requerimiento para que saneen sus playas y pongan fin a la degradación ambiental del litoral.

El problema no es solamente que todavía muchos municipios costeros carezcan de depuración en sus aguas residuales; las estaciones depuradoras necesitan un costoso mantenimiento y estar diseñadas para tratar un volumen enorme de aguas residuales en los meses de verano.
Necesitamos que se aplique la Directiva de Prevención y Control Integrados de la Contaminación de 1996 y la Directiva Marco de Aguas de 2000 , marcándose objetivos de calidad, mejora y recuperación ambiental del litoral. Necesitamos pasar de un crecimiento cuantitativo a un desarrollo cualitativo, corrigiendo los atentados al medio ambiente preferentemente en la fuente misma. Hay que actualizar el obsoleto Programa de Vigilancia Sanitaria de la Calidad de Aguas de baño, que tiene 26 años de antigüedad, por una norma que incorpore nuevos parámetros físico-químicos y microbiológicos. Además, la obtención de las muestras por parte de las autoridades sanitarias suele hacerse en las condiciones más favorables de la dinámica litoral, lo cual enmascara los resultados.

Este año queremos resaltar a aquellos municipios en los que ha habido un avance tangible en la calidad ambiental. Tenemos que hacer mención por ello a:

&Mac183; Las nuevas estaciones depuradoras de Rota y Cádiz – San Fernando, la primera con tratamiento terciario y reutilización de las aguas depuradas y la segunda en período de prueba; cuando funcionen adecuadamente, se habrá evitado el vertido de más de 300.000 habitantes.
&Mac183; La demolición del hotel mamotreto de Atlanterra, ejemplo de esponjamiento perfectamente válido para restituir a una zona costera degradada a su situación anterior y aviso de navegantes para aquellos que solo buscan el beneficio económico a expensas del medio natural.
&Mac183; El futuro parque natural del Estrecho, que protegerá a 40 kilómetros de costa y una milla marina de los atentados ambientales, desde Tarifa hasta Algeciras, poniendo fin a los 20 puntos de vertido que soporta el tramo más meridional de Europa.

Sin embargo, no estamos satisfechos de la situación ambiental de las costas gaditanas este año, a tenor del incremento de las Banderas Negras: perdemos una por la mejora previsible en el caño Sancti Petri, pero las agresiones urbanísticas son realmente alarmantes: parece haberse abierto la veda de construir más y peor en las franjas costeras que todavía presentan un paisaje atractivo. La construcción de un hotel en plena zona de dunas (Playa de la Luz en Rota), el crecimiento rampante de construcciones en la Loma de El Puerco en Chiclana y la destrucción de los enebrales marítimos y los chalets en primera línea de los acantilados de Roche (Conil), son agresiones inaceptables que han merecido las tres nuevas Banderas Negras. Las moles de edificios que se están construyendo ilegalmente en la playa de Atlanterra (Tarifa), las macrourbanizaciones de Novo Sancti Petri o La Ballena, el caos urbanístico de parajes excepcionales como El Palmar, Zahora, Caños de Meca… o los continuos vertidos urbanos e industriales a la Bahía de Algeciras, representan el paradigma de lo que no se debe hacer en la costa.

A partir de estas consideraciones, hemos decidido conceder

Banderas Negras

a las siguientes playas y franjas costeras:

1ª. Playa del hotel Playa de la Luz en Rota

Usurpación del dominio público marítimo – terrestre por le hotel y destrucción del sistema dunar por construcción de viviendas. El daño urbanístico será irreversible en una costa que sufre de forma creciente la erosión costera, por lo que la pérdida de arena, la desaparición de las dunas y la falta de ordenación en los accesos a las playas, generarán impactos inevitables.

2ª. Playa de La Barrosa – Novo Sancti Petri en Chiclana

Continúa la construcción de hoteles, urbanizaciones y campos de golf, hasta el límite del término municipal de Conil, continuándose hacia el interior con la Loma del Puerco (Loma de Sancti Petri) con segundas residencias estacionales. Se han sepultado cordones dunares y eliminado diversos ejemplares de especies vegetales de gran valor como la planta insectívora Drosophyllum lusitanicum y el enebro marítimo, con alteración irreversible de su hábitat. Se ha ocupado terreno de dominio público marítimo – terrestre. En la 1ª pista de La Barrosa, la construcción del paseo marítimo ha ocasionado la pérdida de grandes cantidades de arena.

3º. Playa y acantilado de Roche en Conil.

La construcción de 54 chalets en primerísima línea de costa está suponiendo la destrucción de especies protegidas como el enebro marítimo y el tomillo blanco. Se ha usurpado la Servidumbre de Protección del Dominio Público Marítimo – Terrestre y la Servidumbre de Tránsito, impidiendo el libre acceso a la playa. Se ha privatizado de facto la Cala Encendida y se ha privatizado descaradamente la primera línea de playa. La estación depuradora posee una capacidad hidráulica limitada en puntas.

4ª. Playa de El Palmar en Vejer.

Por la proliferación de edificaciones en primera línea de playa fuera de toda ordenación urbanística, carentes de suministro de agua potable y de saneamiento, con un acuífero contaminado y salinizado. El caos urbanístico llega al extremo de invadir sin miramientos el dominio público marítimo-terrestre y la zona de servidumbre y destrozar una playa privilegiada. Amenazas de un futuro campo de golf.

5ª. Playa de Caños de Meca (Mari Sucia, Los Castillejos y La Laja) en Barbate.

Edificaciones en el dominio público marítimo-terrestre, ausencia de depuración, sin red de abastecimiento de agua potable, sin alcantarillado, contaminación del acuífero costero. Se trata de aguas de baño y pesca. La urbanización «Playas del Estrecho» tiene depuradora, pero no funciona. La arena de la playa de Los Castillejos está contaminada, según los informes de la Consejería de Salud.

6ª. Playa El Carmen en Barbate.

Por recibir las aguas contaminadas del río Barbate, cargado de pesticidas de los regadíos de su cuenca media y baja, y las aguas residuales de la población y de Zahara de los Atunes, al llevar tres años sin funcionar la EDAR y verter las aguas residuales sin depuración ninguna.

7ª. Playa de Atlanterra en Tarifa.

Edificaciones desmesuradas ocupando ilegalmente suelo que no está clasificado como urbano. Destrucción de cordones dunares de alto interés ecológico. Carencia de infraestructuras básicas para el suministro de agua y la depuración de los vertidos. La depuradora de la urbanización es totalmente insuficiente para la magnitud de vertidos que recibe, sobre todo en verano.

8ª. Tramo costero de Algeciras.

El 80 % de las aguas residuales de Algeciras vierten a la Bahía sin depuración. Existen vertidos en la dársena del Saladillo, en Isla Verde (donde se pretende construir la Estación depuradora), en el Paseo de la Conferencia, en la playa de Los Ladrillos y en el río Palmones. Las depuradoras La Mediana y la del río Palmones (frente a Celupal) están en malas condiciones. 25 vertidos en la más absoluta impunidad desde buques en la Bahía de Algeciras, afectando a las playas de forma grave.

9ª. Playas(?) de Campamento, Puente Mayorga y Guadarranque en San Roque.

Vertidos sin ningún tipo de depuración a la Estación de San Roque, Taraguilla y Miraflores al río Guadarranque y de Puente Mayorga al arroyo de los Gallegos. Vertidos directos industriales y urbanos a la bahía de Algeciras. Degradación de las playas, invasión del dominio público marítimo-terrestre, problemas sanitarios por dermatitis, conjuntivitis y hongos. Reiteradas denuncias administrativas y judiciales contra CEPSA por vertidos industriales.

10ª. Litoral de La Línea.

La playa de Poniente sufre los vertidos de aguas residuales de San Roque y La Línea desde el arroyo Cachón de Jimena. Esta playa ha sufrido rellenos portuarios y por la carretera del desdoble hacia la frontera de Gibraltar. La playa de Levante sufre vertidos directos de aguas residuales de la Línea desde la disceladora (tritura las heces. La arena de las playas de La Atunara y El Burgo están contaminadas, según los informes de la Cª de Salud.

11ª. Litoral gibraltareño.

Vertidos urbanos e industriales sin depurar a la bahía de Algeciras por el Guari y al levante junto al vertedero de basuras urbanas a lo largo de 10 kilómetros, problemas sanitarios, continuos rellenos para edificaciones, carreteras y aeropuerto. Denunciados ante la Unión Europea.

Además, consideramos que existen otras situaciones que, sin revestir la gravedad de lo anteriormente reseñado, sí se hacen acreedoras de ser «Puntos Negros» y, caso de no corregirse, serían candidatas a Banderas Negras la próxima temporada. Respecto al año pasado, hay un nuevo Punto Negro y tres que “suben” de categoría, convirtiéndose en
Banderas Negras.

Puntos Negros:

1. Playas de Bajo de Guía y San Salvador, en Sanlúcar de Barrameda, por verter aguas residuales al arroyo del Salto del Grillo que llegan hasta la playa. Además, la Colonia Agrícola de Monte Algaida no tiene ningún tipo de depuración y las aguas fecales van al acuífero costero. Contaminación lumínica por la instalación de 30 grandes farolas en la playa.

2. Playas de La Calzada y Las Piletas en Sanlúcar de Barrameda.

Por verter aguas fecales al arroyo canalizado que desemboca en la playa, como evidencian las arenas negras y las algas bioindicadoras de contaminación. Denunciado judicialmente el año 1999.

3. Playas de Camarón, Cruz del Mar y Regla en Chipiona.

Estas playas reciben la influencia negativa del vertido de las aguas residuales urbanas sin depurar que se vierten al mar por un emisario submarino de 3 kilómetros, que “presenta serias deficiencias y roturas”, según la Cª de Medio Ambiente.

4. – Playa de Fuentebravía en El Puerto de Santa María.

Construcciones de edificios en el acantilado y rellenos en la playa y en el acantilado, realizados con un manifiesto incumplimiento de la Ley de Costas, provocando continuas pérdidas de arena.

5. – Playa de Las Murallas y El Aculadero en El Puerto de Santa María.

Estas playas reciben la influencia negativa del vertido de las aguas residuales urbanas insuficientemente depuradas desde la EDAR Las Galeras que se vierten al mar por un emisario submarino. En la Playa del Aculadero hay esporádicamente vertidos de aguas residuales sin tratar por el emisario de pluviales.

6. Playa de La Victoria en Cádiz.

Por el enorme despilfarro energético, el coste económico y la agresiva contaminación lumínica que representan los más de 200 focos de alumbrado con 2.000 vatios de potencia cada uno. Los efectos perniciosos de esta agresiva contaminación se evidencian en la difusión del flujo luminoso hacia el cielo, la intrusión lumínica y el deslumbramiento.

7. Zaporito y Gallineras en el caño Sancti Petri de San Fernando.

Acumulación de todo tipo de residuos, olores pestilentes y riesgo sanitario por contaminación orgánica en pesca y marisqueo, hasta que la EDAR no depure los vertidos al caño.

8. – Playa de Sancti Petri en Chiclana.

Eliminación de fanerógamas marinas. Recibe lixiviados de la depuradora de El Torno (500 metros cúbicos) con elevados contenidos en compuestos orgánicos persistentes y metales pesados.

9. Playa de Bolonia en Tarifa.

Por sufrir los vertidos de aguas negras al Arroyo Alpariate, que terminan en la playa, y la proliferación de edificaciones ilegales que están deteriorando un paraje de excepcional valor paisajístico que formará parte del futuro parque natural del Frente Litoral Tarifa-Algeciras.

10. Playa de Paloma Baja en Tarifa.

Proliferación de construcciones ilegales con pozos negros en terrenos del futuro parque natural del Frente Litoral Tarifa-Algeciras. La arena de la playa del Zapillo está contaminada, según los informes de la Cº de Salud.

11. Playa de Los Lances en Tarifa.

Vertidos directos a la playa a la altura de la urbanización de Las Cañas. Acumulación de bolos de alquitrán en la playa. El municipio de Tarifa, con más de 20.000 habitantes, no depura sus aguas residuales. Solo posee un emisario de 1.800 metros que “aleja” las aguas contaminadas después de un mero pretratamiento

12. Estuario de Palmones en Los Barrios.

Recibe los vertidos de los ríos de las Cañas y Guadacortes, a pesar de contar con sendas depuradoras que no funcionan bien. Por soportar toda la contaminación de Acerinox, polvo procedente de la acería y acumulación de sacos con material radioactivo (Cesio-137) a pocos metros de esta playa. Vertidos también en el río Guadarranque. La depuradora de Guadacorte recoge los vertidos pretratados de los polígonos industriales Palmones I y II.

Es imprescindible un plan de prevención de la contaminación del litoral, que elimine cualquier vertido contaminante, tanto desde tierra como desde el mar, con indicadores precisos y evaluables de la calidad ambiental. Hay que establecer un nuevo inventario de contaminantes marinos La Directiva Marco del Agua debe aplicarse con rigor, sobre todo los principios de acción preventiva y de corrección de los atentados al medio ambiente preferentemente en la fuente misma. Los objetivos de recuperar y mejorar la calidad ambiental del litoral, son irrenunciables y deben garantizarse trasponiendo la Directiva de Prevención y Control Integrados de la Contaminación. Ecologistas en Acción considera necesario incorporar a los análisis microbiológicos y físico-químicos que establece el control sanitario oficial de las aguas de baño (Real Decreto 734/1988), analítica para evaluar la presencia de metales pesados como arsénico, zinc, cromo, níquel y plomo, ampliando los puntos de toma de muestras y la periodicidad de éstas. Los informes del Programa de Vigilancia Sanitaria de la Calidad de Aguas de Baño son claramente insuficientes y arrojan pocas garantías.

Por último, hacemos un llamamiento a los usuarios de las playas para que colaboren en su limpieza, llevando las basuras a los contenedores más próximos, no enterrando los cigarrillos en la arena, prescindiendo de los vehículos con motor en la playa, evitando las motos náuticas en las zonas de baño, y controlando la contaminación acústica.

Confiemos en que estas «distinciones» de banderas negras se truequen en verdaderas banderas azules de aguas y arenas limpias y de un litoral ecológicamente saludable y libre de las agresiones urbanísticas para el año próximo.