El Ayuntamiento de Madrid hace uso intencionado de las ocasionales llegadas de polvo sahariano para esconder la realidad de un aire insano en la capital, y también en el resto del área metropolitana debido al intenso tráfico. En este sentido, también la Administración Autonómica es cómplice ya que se olvida de estas circunstancias, al estar empeñada en desarrollar un insostenible Plan de Carreteras cuyo buque insignia es la ilegalidad de las obras de la M-501.

La contaminación derivada del intenso tráfico en Madrid y su región nos somete a los ciudadanos a altos niveles de contaminación a lo largo del año. En época invernal la contaminación de PM10 y menores (PM 2,5), partículas procedentes de la actividad humana, esencialmente el tráfico de la gran urbe y alrededores, y en el verano, con el «ozono malo» o troposférico, que resulta de la acción solar sobre el NO2, contaminante que está presente en altos niveles en cualquier época del año en las estaciones de la capital.

Para Ecologistas en Acción resulta indignante que el Ayuntamiento salga con llamamientos a la ciudadanía en estas ocasiones, como hoy día 24 y el pasado 22 en el que la llegada de masas de polvo africano pueden ser un obstáculo para la práctica de actividades al aire libre obviando la existencia de otros contaminantes asentados en el cielo madrileño de forma habitual.

Ecologistas en Acción desearía oír estos consejos en los días, muy abundantes, en los que los niveles de NO2 y ozono superan los niveles de la normativa vigente.

Tomemos ejemplos aleatorios:

Domingo 22, 14:00 horas Concentración ozono
Plaza de España 114 microgramos/m3
Escuelas Aguirre 117
Barrio Pilar 124
Casa de Campo 137
Media de la Red ( 23 estaciones) 110

Nadie fue avisado de estos niveles que rozan y/o superan el Umbral de Protección a la Salud ( 120 microgramos/m3 media de ocho horas).

Los casos de superaciones son innumerables también con el NO2, pero el Ayuntamiento no tiene la misma voluntad de alertar a la población de un hecho del que SI es responsable, no del polvo de origen sahariano que es ajeno a las políticas insostenibles de movilidad que sufrimos en la región madrileña.