El pasado sábado 6 de noviembre, ganó el «NO» a la cantera en el «referendum» popular convocado para decidir sobre la reapertura de dicha explotación minera. Una muy buena noticia para el movimiento ecologista y para todos los movimientos vecinales que se oponen a casos similares.

El 92% de los participantes dijo «NO» a la posibilidad de reapertura de la cantera, abandonada años atrás y que está situada en una bonita zona boscosa de las cercanías de la localidad.

Movilización social

La intensa movilización popular desplegada por cientos de bonelenses desde hace meses triunfó tras varias semanas de incertidumbre.

El alcalde de Casarabonela, el socialista Sebastián Gómez, había condicionado finalmente la decisión acerca de autorizar o no la cantera al resultado de la consulta popular. Inicialmente, Gómez se mostró más partidario de la celebración de una encuesta que del referendum, pero la tenacidad de la movilización popular logró convencer al edil bonelense de la necesidad de que fuese la libre decisión de la soberanía popular la que decidiera el futuro de la localidad y de la explotación minera.
La oposición a la reapertura de la citada cantera quedó plasmada hace pocos meses al constituirse, mediante asamblea popular, una plataforma ciudadana.

Ante el positivo resultado, la plataforma quiere agradecer a todas las personas y
colectivos, entre ellos Ecologistas en Acción, por su apoyo desplegado para el objetivo logrado. A su vez, desde esta organización de defensa ambiental y de promoción de la ecología social se insiste en que los verdaderos protagonistas del éxito popular y ecologista conseguido en el referendum corresponde a las y los bonelenses, que desde el primer momento no se dejaron seducir por las vagas promesas neodesarrollitsas vertidas por los agentes promotores de la reapertura de la explotación minera.

Sentido común

El triunfo de los vecinos de Casarabonela no es ni más ni menos que el triunfo del sentido común, el triunfo del deseo de los pueblos y las personas de cuidar y mejorar su calidad de vida frente a supuestas ofertas de «donaciones o inversiones» monetarias de dudosa efectividad.
La resistencia popular y ecologista de los moriscos – denominación que tienen los ciudadanos de Casarabonela, junto con el de bonelenses- demuestra que es posible oponerse, y ganar, a tantos y tantos proyectos especulativos que amenazan con devorar lo muy poco que aún queda del medio natural malagueño de ser inundadado por incesantes urbanizaciones y campos de golf.

Mayor conciencia social

Además, los bonelenses no sólo han evitado la «fechoría» de la reapertura de la cantera (pese a las presiones de sus promotores), sino que se han concienciado tanto, durante su bregar contra la explotación minera que les amenazaba, que van a pasar a ayudar a los ciudadanos de los pueblos vecinos que se encuentran en situación semejante a la que antes se hallaban ellos, con proyectos de canteras, y canteras ya en funcionamiento, sacudiendo buena parte del interior de la provincia. Explotaciones mineras concebidas para que los intereses especulativos puedan así «nutrir» la fiebre constructora que asola Málaga. Nada más lejos de la intención de los promotores de la cantera, frustrada por la voluntad popular, que el haber «despertado» la conciencia a los ciudadanos de que son ellos, los ciudadanos de los pueblos, ciudades y barrios de nuestra geografía, los verdaderos «dueños» de su destino y de que, si se empeñan, pueden hacer valer como auténtico y real aquello de que «la soberanía reside en el pueblo».

Casarabonela, pueblo ejemplar

De momento, la plataforma anti cantera de Casarabonela se apresta a defender la preservación definitiva de una importante vía pecuaria que discurre por el municipio y que se iba a ver amenazada por el proyecto especulativo de la, ahora frustrada, reapertura de la cantera.

En suma, los moriscos de Casarabonela han dado un gran ejemplo para todos aquellos que se oponen a la devastación y para todos los que defienden la naturaleza. Con lo sucedido en Casarabonela se puede decir con demostración fiable que «otro mundo es posible».

Mientras tanto, por lo que a nosotros los ecologistas nos corresponde, ¡ a seguir trabajando en la defensa de la calidad de vida y del medio ambiente !. El éxito alcanzado por los ciudadanos moriscos nos dará, sin duda, ánimo para continuar…