El negocio inmobiliario y de la obra pública en Majadahonda, cuenca media del río Guadarrama y Comunidad de Madrid, incluidas significativas dimisiones de concejales, no responde a la necesidad de abastecer de techo y cobijo a las personas. La vivienda, el urbanismo y la política territorial del Gobierno Municipal de Majadahonda, así como la obra civil promovida por el Gobierno Autonómico, forman parte de la inmoral especulación y del trasvase improductivo de capital público a bolsillos privados.

La edificación, la construcción y los precios de la vivienda, fenómenos estadísticamente poco documentados, siguen en España evoluciones cíclicas, de forma paralela a las cotizaciones bursátiles, que aparecen más ligadas a las variaciones de la coyuntura financiera que a las variables demográficas.

Los tres últimos ciclos de vivienda observados en España no tienen nada que ver con las necesidades reales de la población. El primero se generó al comenzar la década de 1960 con 500.000 viviendas anuales y tuvo una caída en picado con la crisis energética de 1973. El segundo fue provocado por la entrada de capitales foráneos en la segunda mitad de la década de 1980 creando fuertes revalorizaciones del suelo como parte de la armonización de precios con el resto de la Unión Europea, y se desinfló con los ajustes destinados a corregir el desequilibrio exterior de nuestra economía tras los festejos de 1992. El tercero, y actual, caracterizado por una gran especulación en viviendas, en infraestructuras y en precios, contrasta con el declive demográfico existente desde principios de la década de 1970. La inmigración existente es incapaz de justificar que cada año se sigan construyendo en España más viviendas que en Alemania y Francia juntas.

Además, el empeño en forzar la propiedad de la vivienda no es un elemento habitual en nuestra sociedad, como lo demuestra el hecho de que en el censo de vivienda de 1950 sólo el 6 por ciento de las viviendas de Madrid, y el 5 por ciento de las de Barcelona, estaban habitadas por los propietarios, la gran mayoría de las personas vivía entonces en alquiler.

La degradación del medio ambiente, y de las condiciones de vida, son tan altas, debido a la especulación que deforma el uso de la vivienda, que Ecologistas en Acción de Majadahonda se ha sumado a otras muchas organizaciones sociales de la Comunidad de Madrid, reuniéndose, en Madrid el pasado sábado 18 y en Villanueva de la Cañada el pasado 11 de diciembre de 2004, con el objetivo de hacer frente al riesgo de masificación urbanística, la caída espectacular de la calidad de vida y las amenazas contenidas en la construcción de más autopistas y autovías.