Ecologistas en Acción, en su campaña Banderas Negras para denunciar el estado del litoral mediterráneo del Estado español, llama la atención sobre la situación extrema en que se encuentra uno de los puntos más frágiles de toda la costa mediterránea: el Delta del Llobregat. Para hacerlo, se ha plantado una bandera negra en la playa de Gavà y se ha desplegado una gran pancarta donde se podía leer “Salvemos nuestras costas”.

Ese punto de la costa del Delta, denominado sector “Llevant-Mar”, se verá afectado por la construcción de 237 viviendas por iniciativa del Ayuntamiento de Gavà. De esta manera, se completará la destrucción de prácticamente toda la pineda litoral situada entre las Costas del Garraf y la laguna de la Murtra, en los términos municipales de Gavà y Castelldefels, una pineda de pino piñonero de alto interés para el mediterráneo.

Pero éste es solo uno de los puntos afectados por el urbanismo en el Delta. El Desviamiento del río Llobregat, para ampliar la zona logística del Puerto de Barcelona, afectó a este espacio fluival natural, artificializando su lecho y haciendo desaparecer el lecho original con toda su fauna acuática y de aves. Y ello pese a las sentencias judiciales en contra de la obra, que han incumplido las administraciones.

También la ampliación del aeropuerto obligó a desecar los alrededores de las lagunas del Delta, dejando a las aves que quedan en la laguna del Remolar y de la Ricarda en una convivencia casi imposible con el tránsito aéreo. Algunos políticos aun plantean que futuras ampliaciones del aeropuerto se deben de hacer a costa de las zonas húmedas que quedan o, sinó, sobre el mar. Ecologistas en Acción rechaza frontalmente cualquiera de las dos opciones por sus impactos sobre un Delta ya profundamente herido.

Las actuaciones de la Generalitat en cuanto a política portuaria son otro de los impactos que va a sufrir la costa catalana. La ampliación del Puerto de Barcelon ha alterado ya toda la dinámica marina, evitando que lleguen sedimentos del nordeste arrastrados por las corrientes. Este efecto, combinado con el de las presas y captaciones en el Rio Llobregat, que ya no aporta sedimentos al Delta, está provocando una regresión de la línea de costa que solo se está combatiendo con el vertido anual de millones de metros cúbicos de arena o la construcción de diques submarinos para frenar la erosión, los cuales tienen otros impactos ambientales secundarios. Al mismo tiempo, el Plan de Puertos recientemente aprobado por la Generalitat prevé la construcción de hasta 6000 nuevos amarres en toda la costa, una parte de ellos en Port Ginesta (Sitges/Castelldefels), justo al límite de una zona protegida por la legislación europea (Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Interes Comunitario de las Costes del Garraf, código ES5110020).

Por otro lado, las pocas zonas que quedan sin urbanizar en el Delta, zonas naturales (lagunas y rieras) y agrícolas (parque agrario) estan quedando cada vez más aisladas entre sí y respecto de los espacios naturales que las rodean. Se ha pedido la mayor parte de la conectividad ecológica y paisajística entre estos espacios libres, y los pocos que quedan estan definitivamente amenazados por nuevos proyectos urbanísticos. Es de destacar, especialmente, el proyecto faraónico del “Pla de Ponent”, en Gavà, que destruiría un espacio de 200 ha., el cual es el último que queda sin urbanizar al pie de la sierra litoral catalana y que la une com el Delta, con la construcción de 5.000 pisos nuevos, carreteras, etc. También la urbanización del sector “Olivaretes”, en Viladecans, amenaza con 2.000 viviendas un espacio agroforestal que permite oxigenar el continuo urbano.

Por último, el cambio climático, cada vez más acelerado, afectará a las zonas litorales llanas antes que a cualquier otro punto de la península. Según consta en el informe de la Oficina Española contra el Cambio Climático, los deltas del Llobregat y el Ebro son los puntos costeros más amenazados por la subida del nivel del mar. En el caso del Llobregat, esta subida, acompañana de la alteración del río, del desvío de las corrientes marinas que aportaban sedimentos, la urbanización masiva y la construcción de infraestructuras y la compactación natural de los terrenos sedimentarios que lo forman, configuran un panorama donde la misma existencia del Delta está amenazada.

Por la larga lista de argumentos expuestos, Ecologistas en Acción quiere llamar la atención de la opinión pública sobre la situación extrema en que se encuentra uno de los espacios más singulares y representativos de Cataluña, a causa de un urbanismo desenfrenado, del sobredimensionamiento de las infraestructuras, la destrucción de espacios naturales y el cambio climático. Y, en consecuencia con ésto, reclama a las administraciones públicas una moratoria de todas las infraestructuras y proyectos urbanizadores previstos en el Delta del Llobregat y la aprobación de proyectos de restauración y conservación ambiental de la costa, de los espacios naturales que s eencuentran en o junto a ella y de los conectores ecológicos y paisajísticos entre estos espacios y las areas protegidas del interior.