Para Ecologistas en Acción y WWF se trata de una declaración de impacto ambiental negativa de gran importancia, pues considera como determinante la grave afección que todas y cada una de las alternativas de la autovía tendrían sobre espacios protegidos de la Red Natura 2000. Y es que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino es el organismo que debe velar por que no se realicen los proyectos que no son viables ambientalmente.

Así, este proyecto afectaría a numerosos espacios protegidos de la Red Natura 2000, tales como «Complejo Lagunar de Arcas» y «Complejo Lagunar de Fuentes”, «Hoces del Cabriel, Guadazaón y Ojos de Moya» y “Rodenal del Cabriel”, en Cuenca, “Sabinares de Campillos Sierra”, las “Hoces del Cabriel”, el “Arroyo del Cerezo”, “Ríos del rincón de Ademuz”, en Valencia, y Altos de Marimezquita, en Teruel. Igualmente, se vería seriamente afectada la Hoz del río Turia, en la provincia de Teruel, que presenta enormes desniveles y materiales de gran dificultad para plantear alternativas viables desde un punto de vista ambiental y paisajístico.

Según Miguel Ángel Hernández, de Ecologistas en Acción: «Cualquiera de las alternativas presentadas tenía un alto impacto sobre alguno de los ecosistemas más valiosos de nuestro país, afectando gravemente a una especie en peligro de extinción como el águila-azor perdicera», y concluye: «además, el impacto ambiental no estaba justificado con la escasa demanda de esta vía».

De hecho, esta infraestructura no resulta necesaria, ya que la actual carretera nacional de Cuenca a Teruel tiene muy baja densidad de tráfico, tratándose mayoritariamente de desplazamientos locales. Por este trazado discurren menos de 2.000 vehículos diarios (800 en algunos puntos), y el propio Ministerio de Fomento considera que son necesarios, al menos, 10.000 vehículos diarios para que se desdoble una carretera.

Sin embargo, esta práctica de hacer autovías costosas (este proyecto le costaría al contribuyente al menos 524 millones de euros), sin apenas tráfico, es frecuente dentro del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) del Ministerio de Fomento. Por ejemplo, actualmente se está evaluando una autovía entre Zafra y Huelva, que atravesaría el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Aracena y Picos de Aroche, en un tramo en el que habría menos de 2.000 vehículos diarios.

Según Enrique Segovia, Director de Conservación de WWF España: «Para los grupos ecologistas, resulta fundamental que se realicen los procedimientos de evaluación ambiental con extrema rigurosidad y que no se permita la construcción de obras con un altísimo impacto ambiental, dado que, además, resultan costosas e innecesarias. Por ello, es imprescindible que el Ministerio de Fomento evalúe el impacto que el PEIT tiene sobre la Red Natura 2000».

Cabe recordar que los grupos ecologistas presentaron una queja sobre este Plan ante la Comisión Europea por haber infringido la legislación europea, al no haber evaluado los efectos sobre los espacios protegidos de la Red Natura 2000 cuando unos 500 km de infraestructuras lineales del mismo pasarán por, al menos, 180 espacios protegidos. En él se contemplan numerosos proyectos con un alto impacto ambiental como la autovía A-43 Miajadas-Mérida Puertollano, la autovía Zafra Huelva, o la A-40 en el tramo Ávila Maqueda que WWF y Ecologistas en Acción consideran que deben tener igualmente una declaración de impacto ambiental negativa. Sin embargo, y a pesar de todos los proyectos que actualmente se están evaluando y realizando, tan sólo uno, la autopista Toledo-Ciudad Real-Córdoba, había tenido hasta ahora una declaración de impacto ambiental negativa.

Para estos grupos ecologistas: “Frente al impulso de las inversiones en infraestructuras prometido por el Presidente Zapatero, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino debe considerar qué infraestructuras son viables ambientalmente, sin que se puedan desarrollar las obras públicas a toda prisa a costa de perder para siempre nuestros espacios protegidos más valiosos.”