La Junta de Andalucía parece desconocer su propia normativa.

Los representantes de las asociaciones Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF votarán contra el oleoducto Balboa el próximo 18 de diciembre en el Consejo de Participación del Espacio Natural Doñana y se muestran sorprendidos por la propuesta de resolución que ha presentado la Consejería de Medio Ambiente.

La propuesta de la Junta de Andalucía es, a juicio de las asociaciones ecologistas, un despropósito que demuestra que la Consejería de Medio Ambiente desconoce la normativa que afecta al Espacio Natural de Doñana. La propuesta de resolución llega a afirmar que no se puede prejuzgar proyecto alguno que no haya sido sometido al correspondiente procedimiento legal, ignorando que las normas del Espacio Natural Doñana obligan a realizar un informe preceptivo al Consejo de Participación, que deberá incluirse en dicho procedimiento legal. Por tanto, el Consejo no prejuzga, sino que cumple con su obligación de ser parte del procedimiento legal por las afecciones que se producirán al Espacio Natural.

La propuesta de la Consejería de Andalucía pasa por exigir al Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino lo que ya es obligatorio en todo el ordenamiento jurídico español: el cumplimiento de la ley. Y, para ello, propone que el Consejo inste a dicha Administración a que “someta el proyecto de oleoducto de la Refinería Balboa a un riguroso análisis técnico y jurídico…”, algo que no es necesario pedirle, ya que las leyes ambientales le obligan a ello.

Las asociaciones ecologistas han presentado una propuesta alternativa de resolución, negativa debido a diversas razones con implicaciones ambientales, sociales y económicas. Por una parte, la navegación y descarga de más de 100 petroleros anuales frente a las costas de Doñana. Esto supone aumentar los riesgos de vertidos hasta niveles no aceptables para los ecosistemas marinos y costeros de Doñana (especialmente teniendo en cuenta los ya soportados por la existencia en Huelva de una refinería) y poner en peligro cierto nuestras principales fuentes económicas ligadas a estos ecosistemas: pesca, marisqueo, turismo, etc. Por otra parte, la construcción y trazado del oleoducto suponen toda una serie de impactos directos e irreversibles, como la destrucción y fragmentación de hábitats naturales, la pérdida de suelos agrarios de gran valor a nivel comarcal, o las limitaciones que impone para ordenar adecuadamente el urbanismo en los pueblos afectados. Finalmente, el funcionamiento del oleoducto somete a riesgos inaceptables a los espacios protegidos de la Comarca de Doñana.

Con esta propuesta de resolución, la Consejería de Medio Ambiente ha demostrado que no sólo desconoce las normas relativas a las obligaciones del Consejo, sino que no tiene interés alguno en la conservación de Doñana y en la preservación de las actividades económicas de la población de esta Comarca.