El pasado martes 10 de febrero declararon tres celadores de la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas, en calidad de testigos, en el juzgado de instrucción nº1 de Cervera de Pisuerga que lleva el caso del oso encontrado muerto en diciembre de 2007 por supuestas causas naturales.

Ecologistas en Acción de Palencia se personó como acusación particular y pidió una serie de testificales que se han ido consiguiendo y ejecutando. Así, han sido llamados a declarar: la persona que encontró los restos del oso pardo; el guarda de la FOP que se encargó de custodiar los restos en un primer momento; los jefes de cuadrillas de cazadores que habitualmente cazan en la zona donde se encontraron los restos del animal y finalmente los tres celadores de la Junta de Castilla y León que consideramos que tenían algo que aportar al caso.

Después de luchar contra los elementos en contra y salvando los obstáculos puestos para intentar esclarecer este asunto, llegamos al final de nuestras peticiones y sacamos las siguientes conclusiones:

  • Habiendo sido los peticionarios de las declaraciones del perrero que encontró los restos y del guarda de la FOP que los custodió hasta la llegada del SEPRONA, no se nos notificaron estas declaraciones hasta después de realizadas, sin tener oportunidad de exponer nuestras propias preguntas.
  • En este largo proceso hemos tenido que pedir de manera insistente los resultados de una costilla que se envió en el mes de diciembre de 2007 al laboratorio forense en Madrid para descartar restos de plomo y así descartar la muerte por disparo. Después de once meses se envió un folio que recogía los resultados negativos del estudio, es curioso comprobar como para redactar un folio se ha necesitado casi un año y para hacer un informe toxicológico mucho más extenso apenas se tardaron un par de meses.
  • Las declaraciones de los celadores, especialmente la del celador encargado de la batida donde se encontraron los restos, es bastante incierta y entra en contradicción con las declaraciones hechas por otras personas que declararon, por tanto o mienten unos o miente el celador.

A pesar de que desde Ecologistas en Acción de Palencia hemos intentado que se aportara la mayor luz posible sobre este asunto, somos conscientes de que hubiéramos conseguido más si nuestra labor se hubiera visto reforzada si el dinero que nos gastamos los ciudadanos de Castilla y León en la gestión de esta especie en peligro de extinción no se aplicara exclusivamente en hacer seguimientos asfixiantes a las osas con crías y se prestara un poco más de atención a esas crías cuando se separan de la madre. Esa línea de trabajo puede que nos ayudara a comprender donde se encontraban los dos jóvenes osos recién emancipados que se habían visto en batidas anteriores y que a partir de cierta fecha dejaron de verse juntos. Esa preocupación, si existiera, podría haber dado la voz de alarma de su falta y haber aclarado mucho sobre este asunto.