Ecologistas en Acción pide al Ministerio de Asuntos Exteriores que exija explicaciones a los Gobiernos francés e británico y las transmita a la ciudadanía española, ante el choque de los dos submarinos nucleares francés e inglés, que tuvo lugar a finales del mes pasado. Este choque supuso un enorme riesgo de contaminación radiactiva.

Para Ecologistas en Acción estamos ante una cadena de hechos inadmisibles: el choque de los submarinos en sí, con el peligro que eso supone y con lo improbable que resulta, su mantenimiento en secreto, lo que impidió que las autoridades de terceros países pudieran tomar medidas precautorias ante un posible escape radiactivo, y la ocultación de la posición del choque, que pudo no ser lejos de las costas españolas y portuguesas.

Es imprescindible que las autoridades británicas y francesas den explicaciones a las autoridades españolas y a la ciudadanía. El choque de estos dos submarinos que portaban una potencia en armas nucleares equivalente a 1280 bombas como la lanzada en Hiroshima, se produjo en circunstancias extrañas ya que la probabilidad de una colisión como ésta por causas fortuitas es ínfima.

La colisión supuso un enorme peligro de escape radiactivo. Tanto por la posible rotura de sus motores atómicos, que habría contaminado severamente la zona, como por posibles escapes de agua radiactiva o por el escape de los materiales fisibles de las bombas nucleares que portaban los submarinos. La gravedad del posible escape habría sido enorme y la posible extensión de la contaminación dependería de la dirección de las corrientes de la zona. Al igual que se produjo con el hundimiento del Prestige, no es descabellado que las corrientes marinas hubieran traído la radiactividad a las costas españolas, causando una severa contaminación radiactiva.

Además, los Gobiernos francés e británico mantuvieron en secreto la colisión, lo que contraviene la obligatoriedad de avisar a los posibles afectados en caso de incidente nuclear. Por este motivo y los anteriores, el Ministerio de Asuntos Exteriores debe exigir explicaciones y responsabilidades a dichos gobiernos y debe trasladar estas explicaciones a los ciudadanos españoles.

Desgraciadamente no es éste el primer incidente con armamento nuclear que afecta a nuestro país. En Palomares, en 1966, se produjo un accidente de aviación que motivó la pérdida de 4 bombas nucleares, dos de las cuales se rompieron y contaminaron gravemente la zona. Contaminación que perdura hoy en día. Más recientemente, se produjo la avería del submarino Tireless, en 2004, que vertió agua radiactiva en nuestras aguas territoriales y finalmente fue reparado en Gibraltar. Este tipo de naves y aviones armados con armas nucleares son un peligro para la seguridad de la población y el medio ambiente. Pero además, el objetivo de los gobiernos del mundo debería ser prescindir de las armas nucleares que no hacen sino aumentar la inseguridad e nuestro mundo.