Ubicada en el corazón de las seranías del Chaco Boliviano, la comunidad Ava-guaraní de Tentayapi, el último pueblo, conserva el legado cultural de un pueblo diezmado por la colonia y la guerra. Su resistencia al ingreso de la escuela o la iglesia se ve amenazada ahora por el ingreso de compañías petroleras como Repsol YPF, que ya explota millones de metros cúbicos de gas en el vecino Campo Margarita. La voz de Tentayapi es unánime: «No queremos petróleo en nuestro territorio».