Lo que deberían haber sido unos trabajos de mantenimiento y saneamiento del arbolado que flanquea las carreteras entre Tomelloso y Argamasilla de Alba (N-310) y Argamasilla de Alba a Ruidera (CM-3115), se han convertido en ensañamiento contra un corredor verde, en el entorno de un parque natural.
Árboles desmochados y talas a matarrasa son el triste testigo de la “limpieza y mejora” de la empresa contratada por la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

La entresaca, clareo y poda vienen bien de cara a favorecer la estructura, porte y vigor del árbol. También el tratamiento paliativo de enfermedades, pudriciones y otros problemas, eliminando los pies más afectados que sean irrecuperables, propaguen plagas o por su inestabilidad amenacen la seguridad vial o la de personas que frecuenten estos lugares, como agricultor@s, ciclistas, senderistas, etc.

Sin embargo éste no es el caso.El tramo que comprende Argamasilla y el cruce con la Alavesa, que conduce a Tomelloso, es un paisaje desolador.Donde antes hubo chopos, olmos, ailantos, tuyas y melias con muchos años, sólo queda tierra removida o planta de madroño recién puesta, especie autóctona cuya propagación vemos con buenos ojos, pero que pobremente restaña la desafortunada intervención.

Nos gustaría averiguar los criterios en que se han basado los responsables de unas actuaciones severas y desproporcionadas, más si cabe cuando los árboles presentaban un estado fitosanitario aceptable.

Ecologistas en Acción se comunicó por teléfono con la Delegación de Industria, Energía y Medio Ambiente sin obtener una respuesta satisfactoria, emplazándonos a dirigirnos al coordinador de los agentes forestales de la comarca, con quien tenemos previsto un encuentro. También contactamos con el Seprona, informándonos de que inspeccionarían el lugar, y que comprobarían los correspondientes permisos de la subcontrata.

Estos ataques a nuestro exiguo patrimonio forestal, tan en boga desde hace un año con las obras para las conducciones del plan de modernización de regadíos de la zona, y que en su día también criticamos, pone en duda el rigor y capacidad profesional de algunas empresas adjudicatarias, y el blando o dudoso control del gobierno regional, último responsable de tales hechos.

Va siendo hora de que las administraciones competentes se preocupen por la regeneración y mejora de los cinturones forestales que jalonan infraestructuras de comunicación, hidráulicas, energéticas y caminos rurales, con previa planificación y dirección de los trabajos de limpieza y saneamiento, siendo muy exigentes en los concursos de licitación a las empresas que concurran, y que éstas incorporen cursos de reciclaje a sus emplead@s.