El miércoles día 1 de abril se produjo la explosión de un transformador en la central nuclear de Garoña (Burgos) cuando se estaba procediendo a su conexión a la red tras la recarga de combustible. Ecologistas en Acción denuncia que esto es una muestra más del lamentable estado en que se encuentra la central y el secretismo que ha rodeado el incidente.

Tras tres semanas de recarga de combustible, se procedió a conectar a la red la central nuclear de Garoña (Burgos), cuyo permiso de explotación expira el día 5 de julio de este año. En ese momento, cuando la central empezó a producir tensión, explotó uno de los tres transformadores exteriores. Tras la explosión se produjo un incendio que se pudo llegar a extinguir. La explosión se quiso mantener en secreto, pero era demasiado escandalosa para tal. Incluso intervino la policía ante el temor de que se tratara de un atentado terrorista. De hecho, aún no se producido ninguna acción informativa por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

La explosión del transformador no tuvo consecuencias sobre los elementos nucleares de la central pero supuso un indudable peligro, puesto que podría haber dañado los sistemas eléctricos y provocar un incendio que se propagara hasta las zonas nucleares. A este respecto queremos recordar que el accidente de la central nuclear de Vandellós I (Tarragona) que se produjo en 1989 y que provocó el cierre de la planta, que empezó con un incendio en la sala de turbinas, lejos de los sistemas nucleares.

En el día de hoy, la dirección de la central ha anunciado su próxima conexión a la red tras las reparaciones del transformador.

Para Ecologistas en Acción no se trata de un incidente aislado, sino que muestra el lamentable estado en que se encuentra la central. Las inversiones realizadas hasta el momento por sus propietarios no han sido capaces de llevar a los sistemas de seguridad a unos niveles aceptables. Por tanto, Ecologistas en Acción reclama que no se prolongue el permiso de explotación cuando éste caduque, para evitar incidentes más graves que pudieran dañar gravemente a la población y al medio ambiente.

Esta asociación quiere denunciar, además, el intento de silenciar este incidente y la nula información pública que, sobre él, han proporcionado los explotadores de la central y el propio CSN. Se trata de que la opinión pública no tome conciencia del lamentable estado en que se encuentra esta planta para poder prorrogar su funcionamiento. Recordemos que los explotadores de la central han solicitado 10 años más de vida para su central y que el propio CSN nos ha prevenido ya sobre sus intenciones de prolongarle la vida mediante varias declaraciones y documentos, algunos de ellos disponibles en su página web.

Ecologistas en Acción quiere solicitar una vez más en el cierre de la central y, dado que no es de esperar un informe contrario del CSN, solicita del Gobierno que cumpla su programa electoral y no prorrogue el Permiso de Explotación más allá del tiempo necesario para establecer un plan de desmantelamiento.