Ante el proyecto presentado unos días atrás por la promotora Xirillent Nou y el grupo “La Española”, que prevé la construcción en la sierra de Mariola de más de 560 casas, un hotel de lujo de 60 a 100 habitaciones y un campo de golf de 18 agujeros, además de las correspondientes instalaciones anexas (viales, alumbrado, alcantarillado, etc.), el Grupo Ecologista la Carrasca-Ecologistas en Acción queremos exponer las siguientes reflexiones iniciales, hechas a partir de la información que se ha difundido públicamente:

1.- El área que se pretende urbanizar corresponde a los antiguos mansos de Xirillent Nou y de Xirillent Vell, y ocupa una superficie de 98 hectáreas, de las cuales 23 se dedicarían a la zona residencial y el resto al campo de golf. Los terrenos de esos mansos están clasificados como a Suelo No Urbanizable de Protección Especial y están incluidos en el área de amortiguamiento de impactos del parque natural de la sierra de Mariola, formada por una franja de terrenos agrícolas y forestales destinada a evitar impactos negativos sobre el parque natural. La zona afectada también se encuentra en el corazón del Lugar de Interés Comunitario «Sierras de Mariola y Carrascal de la Font Roja», propuesto por el Gobierno Valenciano para la constitución de la Red Natura 2000, en cumplimiento de la Directiva europea de Hábitats; asimismo, el conjunto de estas dos sierras también está declarado como Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA), que es otra importante figura europea de protección ambiental.

2.- Consideramos que está más que justificada la necesidad de que por lo menos toda la superficie de Lugar de Interés Comunitario «Sierras de Mariola y Carrascal de la Font Roja» se conserve en el mejor estado natural posible y que, por lo tanto, en cumplimiento de la normativa de conservación de este espacio, no se urbanice más. En vez de eso, ahora nos encontramos ante una nueva propuesta de urbanización, que nace de la iniciativa privada aunque, según parece, está tutelada y animada por algunas instituciones públicas.

3.- Como ya suponíamos, la propuesta de urbanización de Xirillent está acompañada del correspondiente campo de golf, que es la excusa de moda para continuar con el proceso especulador y depredador del territorio valenciano; en este caso, además, hay que tener en cuenta que el territorio que se pretende ocupar de modo irreversible tiene unas características muy especiales para la conservación de los hábitats, los ecosistemas, el paisaje y la biodiversidad de nuestras comarcas, como así lo certifican varios estudios científicos y lo determinan los diferentes textos legales que regulan su protección. Ahora bien, parece que otra excusa en esta ocasión es que se consolidaría un núcleo urbanizado más compacto (560 casas nuevas); mientras, se intenta esconder la realidad de que los terrenos agrícolas situados entre Barxell y Polop sufren ya un importante nivel de ocupación urbanística del territorio y de fragmentación y barrera, como salta a la vista para cualquier persona que pase por allí.

4.- En estos momentos, parece que el municipio de Alcoi cuenta ya con unas siete urbanizaciones en su término, aunque algunas aún no han regularizado su situación ilegal. Todo esto sin contar con la aprobación reciente de la primera fase de la nueva urbanización en la partida alcoyana de Serelles, que ocupará suelo protegido por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (Pla d'Ordenació dels Recursos Naturals) del Parque natural de Mariola. Por lo tanto, para justificar la recalificación de los terrenos agrícolas protegidos de Xirillent, para nada se puede argumentar utilizando la necesidad de disponer de viviendas fuera del núcleo urbano; se trata, simplemente, de la continuación de un proceso de ocupación urbanística que provocará inexorablemente la pérdida irreversible para las generaciones futuras de la biodiversidad y de las características naturales que un día permitieron la declaración de estos parajes como espacios naturales protegidos.

5.- Nos parece lamentable y obsceno que el proyecto “Xirillent Nou-Golf” utilice como una de sus características diferenciales su “situación privilegiada entre dos parques naturales”, cuando justamente este proyecto comportaría una nueva barrera entre los dos parques y un grave impacto paisajístico en esta área rural. Por otro lado, también indican que “sólo existen dos campos de golf con estas características: Golf El Saler y Golf Doñana”. En este aspecto, cabe recordar que el campo de golf de El Saler se inauguró muchos años antes de la declaración del Parque natural de la Albufera y que, de hecho, representa uno de los problemas reconocidos para la conservación de este espacio.

6.- Afirmar que se trata de un proyecto respetuoso con el paisaje y el entorno, totalmente «integrado y sostenible», no es más que pura propaganda, que desvirtúa el concepto de sostenibilidad. En este sentido, es lamentable que nos intenten vender un modelo de turismo opuesto al del litoral, cuando realmente todo indica que vamos de camino a reproducir el mismo modelo especulador, basado en la recalificación de los terrenos y en la construcción, sin ni siquiera respetar las zonas protegidas.

7.- Tenemos que decir también que no resulta creíble ni serio que se pueda presentar a la opinión pública y al Ayuntamiento de Alcoi un proyecto que según parece- no tiene resueltos dos pilares fundamentales: la necesaria concesión de aguas residuales para el riego del césped y la necesidad de disponer de un caudal importante de agua para la urbanización que, sin duda, se tendrá que extraer de los acuíferos subterráneos de la unidad hidrogeológica de Mariola (pozos de Barxell, etc.) que tan vitales nos pueden resultar al conjunto de los pueblos de alrededor de la Mariola en futuras épocas de sequía y restricciones.

8.- Para terminar, consideramos que esta propuesta es una amenaza para el desarrollo de un auténtico turismo rural y cultural de bajo impacto ambiental, un sector que crea puestos de trabajo estables y de calidad sin depredar recursos naturales tan fundamentales como el agua, el paisaje o la tierra fértil.

Esperamos, pues, que el estudio del proyecto que, parece ser, están efectuando los técnicos competentes de las administraciones locales y autonómicas, resulte la inviabilidad del proyecto que nos ocupa.