Ecologistas en Acción de Ciudad Real ha podido comprobar recientemente las graves afecciones que el proyecto de “Restauración fluvial y mejora de condiciones ambientales y de uso social de las márgenes del río Bullaque” elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana esta provocando en el mencionado río.

Paradójicamente, bajo el título de restauración fluvial se esta acometiendo una serie de obras ejecutadas por la empresa pública TRAGSA que están afectando a la fauna, flora y geomorfología de uno de los ríos mejor conservados de la cuenca Alta del Guadiana.

Una de las actuaciones más negativas que se están produciendo son las remodelaciones de vados en varios puntos del río (Luciana, confluencia con el río Alcobilla), en las cuales se está acopiando los materiales procedentes de los movimientos de tierras directamente sobre el lecho del río, en lugar de hacerlo fuera del cauce. Esto está afectando muy negativamente a poblaciones de varias especies de peces y moluscos endémicas o protegidas, siendo especialmente grave el caso de los moluscos bivalvos del grupo de las náyades, entre los que destacan Unio tumidiformis (endemismo iberonorteafricano), Unio pictorum (especie en peligro) y Potomida littoralis (especie vulnerable).

Se trata de moluscos que pueden alcanzar hasta 15 cm de longitud, viviendo en ríos de poca corriente, en aguas ricas en nutrientes, siendo muy sensibles al estado de conservación de las aguas del río. Se alimentan filtrando el agua, de donde obtienen partículas orgánicas en suspensión (microalgas, infusorios, etc.), pudiendo filtrar hasta dos litros por hora. Se trata de seres vivos totalmente pacíficos, que permanecen en el lecho del río semienterrados con el extremo más alargado hacia el exterior para poder respirar y filtrar el agua. Son capaces de moverse lentamente, incluso veinte centímetros en una noche, dejando surcos visibles en el sustrato.

Estos moluscos, conocidos vulgarmente como mejillones de río, tienen la particularidad de que una parte crítica de su ciclo de vida, en forma larvaria, la pasan como parásitos de peces endémicos y vulnerables entre los que destacan el calandino y el cacho.

Estos moluscos están en claro declive debido a la destrucción de sus hábitats por la regulación de las cuencas hidrográficas, la pérdida de vegetación y el aumento de contaminantes en el agua, la desaparición paulatina de las especies de peces hospedantes como los ciprínidos mencionados y la depredación por parte de especies foráneas introducidas o de otros moluscos invasores llegados a través de sueltas indiscriminadas.

Ecologistas en Acción de Ciudad Real exige la paralización inmediata de estas obras hasta que no se valore el impacto real que están ocasionando estas actuaciones, al tiempo que exige el cumplimiento integro de la Declaración de Impacto Ambiental emitida por el Ministerio de Medio Ambiente por la que se autorizó ambientalmente este proyecto. Para los ecologistas, una vez más, el organismo encargado de velar por el buen estado de conservación de los ríos, en este caso la Confederación Hidrográfica del Guadiana, ha pasado a convertirse en el principal agresor de un medio tan frágil como son nuestros ríos.