Marcha contra Garoña 2003
En Quintana Martín Galíndez
Del 28 de septiembre de 2003 / 12:00
al 28 de septiembre de 2003
  • Exigirán su Cierre urgente y controlado en un año en que han vuelto a reproducirse los graves problemas de agrietamientos en partes del reactor.
  • Denuncian que la central y el CSN llevan 20 años buscando y prometiendo soluciones definitivas para este problema.
  • Vuelven a recordar la inexistencia de un estudio epidemiológico de las poblaciones afectadas.

La Coordinadora contra Garoña, en la que participa Ecologistas en Acción junto a otros colectivos ecologistas y ciudadanos de Castilla, La Rioja y País Vasco, ha convocado para el próximo domingo 28 de septiembre de 2003 de una nueva Marcha contra la central nuclear, que partirá a las 12 del mediodía de Quintana Martín Galíndez, cabeza administrativa del Valle de Tobalina (Burgos) para dirigirse a las puertas de la central nuclear de Garoña, donde reclamará su cierre a plazo fijo.

La presente Marcha, que se celebra desde hace varios años con periodicidad anual, pretende recordar la amenaza latente que supone para las poblaciones del entorno la existencia de una central nuclear, cada vez más vieja, más problemática, más desgastada y, por tanto, más peligrosa.

2003: Otro año negro ¿esperar hasta cuándo?

Garoña ha padecido, desde su entrada en funcionamiento en 1.971, decenas de incidentes de variado origen e impactos: fugas radiactivas al aire y al río Ebro, accidentes con transporte de piezas, irradiación directa de trabajadores, problemas con la acumulación de los residuos radiactivos…

Este año 2003 han vuelto a reproducirse los problemas. Los más recientes en junio (cuando se detectó un fallo en una vávula, cuya reparación deberá esperar a otra parada del reactor) y especialmente en julio, cuando se hizo público que están detectándose nuevas grietas ?por corrosión intergranular? y en nuevas zonas de la central: en buena parte de los 97 tubos del reactor.

Nuevamente Nuclenor y el Consejo de Seguridad Nuclear han prometido reparaciones provisionales, basadas en el sellado parcial de las grietas (en este caso, unas 55). Pero también han reconocido que se trata de una solución provisional y que llevan 20 años intentando conocer las causas y solventar las anomalías. Y eso, a pesar de que, desde su aparición en 1.983, en numerosas ocasiones han asegurado que el tema estaba definitivamente solucionado (la última de ellas en 1997, en comunicación oficial del propio CSN).

Como siempre, postergar las soluciones a un futuro incierto y una tecnología por investigar y, mientras tanto, el riesgo nuclear sigue como una ?espada de Damocles? sobre la salud y la vida de la ciudadanía.¿Hasta cuándo?.

Nucleares y población

Estos meses también se ha hecho público un estudio realizado por la Universidad de Alcalá de Henares y el Hospital de Guadalajara donde se vuelve a evidenciar lo ya sabido: el aumento del riesgo de cáncer entre las poblaciones próximas a las centrales nucleares. En este caso, el estudio se refiere a la central nuclear de Trillo.

En Garoña, llevamos años exigiendo un estudio epidemiológico sobre los trabajadores y las poblaciones más directamente expuestas, a fin de conocer los efectos más inmediatos sobre la salud y la vida de estos colectivos de personas. Pero ninguna institución ni autoridad responsable ha aceptado llevar adelante tan elemental medida de precaución en esos más de 30 años de funcionamiento de la central.

Por eso consideramos cada vez más necesario y urgente revocar el permiso de explotación de Garoña (prorrogado por 10 años en 1999) y fijar plazos inmediatos para el cierre y el proceso de desmantelamiento.

Y recordamos también que el cierre sólo supone una solución parcial o un primer paso para hacer frente a los problemas. Durante miles de años habrá que minimizar los impactos de la propia central y de sus residuos nucleares. Y deberá hacerse con trasparencia pública y bajo riguroso control ciudadano. No podemos dejar que sea el Consejo de Seguridad Nuclear quien (como hasta ahora) se ocupe a la vez de impulsar la política nuclear y ejercer un presunto control de funcionamiento de estas instalaciones.

Estas son algunas de las razones que nos impulsan un año más a acercarnos hasta las puertas de la propia central nuclear a gritar: Garona, cierre ya.

Por eso estaremos el próximo domingo 28 de septiembre de 2003 a las 12 h. en Quintana Martín Galíndez.