Lejos de paliar la Crisis Alimentaria, las medidas promovidas por el G-8, como impulsar políticas comerciales neoliberales que permitan especular con materias primas agroalimentarias, generarán más hambre.

Ecologistas en Acción desconfía del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha anunciado hoy en la reunión del G-8 que aportará 500 millones de euros más en los próximos cinco años para reforzar los programas de nutrición.

Ya en junio de 2008, el Gobierno español se comprometió durante la reunión de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a poner en marcha un paquete de medidas para luchar contra la crisis alimentaria mundial con un presupuesto de 500 millones de euros hasta el 2012. Así, en enero de 2009, durante la Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria (RANSA) en Madrid, Rodríguez Zapatero comprometió otros 1.000 millones euros para impulsar la iniciativa del Partenariado Global para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria, a desembolsar en cinco años.

Sin embargo, de acuerdo con los estudios de la Plataforma 2015 y más, estos 1.500 millones de euros no significan nuevos recursos sino un compromiso de asignación de Ayuda Oficial al Desarrollo previstos en los presupuestos generales del Estado.

Ecologistas en Acción pregunta al Gobierno español: ¿Los 500 millones de euros, anunciados hoy en la Cumbre del G-8, son el mismo fondo anunciado ya en junio de 2008 en la FAO?¿Cuántos recursos se han desembolsado hasta la fecha, en qué países y en qué proyectos, y cuántas personas se han beneficiado, y, por último, qué empresas privadas recibieron dinero de estos fondos?

La grave incoherencia de las políticas del Gobierno Zapatero a este respecto, hace que no se cuestione el impacto negativo de las políticas comerciales, energéticas y agrícolas de la Unión Europea, y de los otros países del G-8, sobre la Soberanía Alimentaria mundial.

La crisis global desencadenó un nuevo ciclo mundial de apropiación de tierras de cerca de 30 millones de hectáreas. En medio de la profundización de la crisis financiera, el capital especulativo ve la inversión en tierras agrícolas como una importante fuente de nuevas ganancias para las empresas transnacionales y la industria financiera. El resultado es que las tierras fértiles se privatizan y concentran aún más, disminuyendo el acceso a la tierra de la población campesina local, lo que provoca conflictos sociales -e incluso violencia- y aumenta el hambre.

Ecologistas en Acción es miembro de la red internacional «Nuestro Mundo no está en Venta», la Plataforma Rural, la Alianza Española contra la Pobreza y la campaña contra la Deuda Externa «¿Quién debe a quién?».