El 29 de diciembre entró en vigor el Protocolo de Aarhus, este protocolo sobre Metales Pesados -cadmio, plomo y mercurio- es uno de los protocolos derivados del CONVENIO DE GINEBRA sobre Contaminación Transfronteriza a Larga Distancia de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE) y ha sido ratificado por 18 países y la Unión Europea. Será el séptimo en entrar en vigor bajo este Convenio.

Los metales pesados tienen una gran influencia en el medio ambiente global ya que viajan a través de los océanos y se encuentran en los productos del mar, que son una fuente importante de proteínas para las poblaciones en las áreas costeras y en las regiones árticas. Además, este protocolo supone un avance importante en el reconocimiento de las relaciones existentes entre medio ambiente y salud.

Este protocolo se adoptó en junio de 1998 en la ciudad danesa de Aarhus, y requiere a las partes firmantes a reducir sus emisiones de Cadmio, Plomo y Mercurio; identificados como dañinas para la salud humana; a niveles inferiores a los de 1990 (o un año alternativo entre 1985-1995) Los firmantes del protocolo también se comprometen a eliminar la gasolina con plomo, reducir las emisiones de metales pesados en productos como tales como baterías, y las emisiones de fuentes industriales, como las de Centrales Térmicas, una de las principales fuentes puntuales de origen humano de este contaminante, centrales que en el año 2000 habrían generaron en nuestro pías más de 4 toneladas de mercurio, de las cuales 2 Tm se habrían emitido directamente a la atmósfera, el 70 % en el Noroeste español; Galicia, Asturias y León.

Han ratificado el Protocolo Austria, Bulgaria, Canadá, Republica Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Luxemburgo, Mónaco, Holanda, Noruega, Republica de Moldavia, Rumanía, Eslovaquia, Suecia, Suiza, Estados Unidos y la Unión Europea. Nuestro país, dentro de su dinámica general de retrasar lo más posible todas las nuevas medida de control de la contaminación, aún no ha ratificado un protocolo que firmó un día después de que lo hicieran 35 países y la Unión Europea.

Coincidiendo que la entrada en vigor de este protocolo los miembros de la Unión Europea están considerando el añadir nuevos contaminantes orgánicos persistentes a la lista de compuestos prohibidos o restringidos bajo el protocolo sobre Compuestos Orgánicos Persistentes, firmado al mismo tiempo que el anterior y que ya entró en vigor en octubre, junto al Convenio de Estocolmo, firmado el 23 de mayo de 2001, representa un instrumento internacional jurídicamente vinculante para la aplicación de medidas internacionales respecto a estos contaminantes.

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