Desde nuestra organización, particularmente los colectivos de San Vicente y de Alicante, nos congratulamos de que esta industria haya cesado su actividad después de tanto años. Pero queremos dejar muy claro que nuestra organización como defensora del ecologismo social no sólo defiende la calidad del medio ambiente para todos, sino también la calidad del entorno social y, por tanto, como trabajadores que somos, defendemos el derecho de los trabajadores afectados a las compensaciones que sean necesarias o a la recolocación en otros puestos de trabajo de la misma empresa.

Dicho esto, queremos denunciar la hipocresía del gobierno municipal de San Vicente, al querer arrogarse el mérito del cierre de esta industria. Esta actitud resulta incluso patética, cuando desde el Ayuntamiento nada se hacía para evitar la contaminación, mientras durante años ciudadanos y diversos colectivos que estábamos en la “Plataforma contra la incineración de residuos”, hemos informado y concienciado a la población de los riesgos de la contaminación que estábamos sufriendo y exigido sistemáticamente la realización de estudios epidemiológicos, hemos denunciado los altos niveles de contaminación, la deficiente red de control de estas emisiones, hemos presentado alegaciones a la quema de residuos tóxicos o combustibles procedentes de residuos, consiguiendo que finalmente no se incineraran residuos tóxicos industriales etc; en definitiva, hemos exigido que se cumpliera la ley y el derecho que tenemos a respirar un aire limpio. Todo esto, se puede comprobar acudiendo a las hemerotecas, y también se puede comprobar, no sólo la connivencia total del Ayuntamiento con los intereses de la empresa, sino la falta de “modales”democráticos con los colectivos que hemos sido críticos con esta industria.

Al final, la empresa sale beneficiada por un “pelotazo” urbanístico, acordado a dos bandas con el Ayuntamiento, ya que como buena multinacional hay que recordar que es una entidad con ánimo de lucro y no lo contrario, y que el partido que gobierna el Ayuntamiento intenta rentabilizar políticamente el cierre de la empresa.

Desde nuestro colectivo, queremos honrar a la población de San Vicente que ha sufrido directa o indirectamente los efectos de la actividad de esta empresa a todos los niveles, y que su presión y conciencia medioambiental ha hecho posible el cierre de esta industria contaminante situada en pleno casco urbano. Y finalmente queremos romper con tópicos arcaicos de otras épocas más serviles y decir que es la empresa Cemex la que debería hacer un homenaje al pueblo de San Vicente.