En la mañana de hoy 5 de agosto, miembros de la tripulación del Velero Diosa Maat de Ecologistas en Acción han estado inspeccionando las aguas comprendidas entre las que van entre el Puerto pesquero del termino municipal de Chipiona hasta la zona conocida por Torre Salabar en el Parque Nacional de Doñana, declarada este último tramo como zonas B y C de la Reserva de Pesca, precisamente ayer cumplió 4 de agosto cinco años desde su declaración. Hemos estado “in situ”, ya que desconfiamos de las declaraciones de la Consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, y vemos que son insuficientes debido a que sólo se cita que las playas están limpias, pero nada se dice de las aguas que bañan todo el Golfo de Cádiz. Por ello, con el Diosa Maat hemos comprobado que las aguas superficiales desde una milla y media de la costa no presentan residuos de hidrocarburos, pero por el contrario estamos muy preocupados del grado de contaminación que pudiera tener los fondos marinos, debido a que nuestra organización considera mucho más importante lo que se vayan depositando en estos ecosistemas, de un alto potencial de biodiversidad y de especies pesqueras, que los restos de galletas de chapapote que van llegando a las costas, ya que afectaría gravemente a uno de los recursos económicos principales además del turismo en las costas de Cádiz y de Huelva, el sector pesquero.

Queremos volver a insistir que la Consejera de Medio Ambiente oculta información, porque se limita a que hay sólo hay retenes de limpieza en zonas de baños y que las manchas de cruda se están retirando, pero no dice nada del impacto ambiental que está afectando los 32 kilómetros de costa del Parque Nacional de Doñana, que elementos se han utilizado legales o no para intentar controlar los vertidos (floculantes y dispersantes), los posibles daños socioeconómicos que pueden padecer los municipios dañados.

Por otro lado, después de 6 días de que se vertiera las 30 toneladas de crudo maya, nos suponemos que han sido algunas más de las toneladas que se nombran, estamos esperando a que informe a la opinión publica del Plan Nacional de Contingencias, si ha ejecutado, el cuál es obligatorio por mínimo vertido de contaminación marina que se produzca, según se aprobó en Febrero de 2001, para mantener informado minuto a minuto a todas las administraciones implicadas, Ministerios de Fomento y de Medio Ambiente, Delegaciones, Ayuntamientos, y todavía en palabras del propio Delegado de Gobierno de Huelva, Manuel Bago, ni se cita esta plan. Curiosamente la Presidenta de Coordinar este Plan Nacional de Contingencias es la propia Maria Teresa de la Vega, Vicepresidenta Primera del Gobierno de España. A modo de ejemplo, podemos citar lo que ocurrió en la Bahía de Algeciras con el buque Fedra, que encalló en Octubre de 2008 derramando unas 40 toneladas de crudo, y el vertido estuvo dando vueltas desde el Mar de Alborán hasta Tarifa, durante 2 semanas, mientras el Plan Nacional de Contingencias estuvo funcionando.

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Un instante del proceso de análisis

Del mismo modo, tampoco se sabe nada del parte de incidencias ni del diario de abordo del Buque Petrolero SFC Cascasus, que ocurrió exactamente a las 12:45 de la tarde del pasado jueves 30 de julio, se dice que el emisario submarino estaba roto ¿se ha reparado por parte de la empresa?, ¿ha sido un fallo humano o técnico?, hay muchas dudas y a día de hoy queremos que se nos aclare.

Por tanto, Ecologistas en Acción de Cádiz, en los días sucesivos seguirá inspeccionando las aguas que fueron contaminadas, por si hay cualquier indicio de contaminación por hidrocarburo. Y estamos pendiente de entregar ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Andalucía nuestra denuncia para que se depuren responsabilidades políticas y técnicas, nuestra insistencia del cese inmediato de la Consejera de Medio Ambiente y del Delegado del Gobierno en Huelva, Cinta Castillo y Manuel Bago respectivamente, a fin de que no se vuelvan a repetir estos sucesos de contaminación en nuestras costas andaluzas.

Por último, no hay que olvidar nuestro repudio a todas las administraciones públicas y privadas, que están haciendo lo imposible para favorecer la construcción de la Refinería de Balboa en Badajoz, por considerar que están haciendo un flaco favor a la economía turística y pesquera de esta parte de la Península.