El ataque de un león a un trabajador esta semana puede volver a repetirse con otro trabajador o con el público que visite las instalaciones.

Los técnicos de medio Ambiente han venido detectando irregularidades graves en estas instalaciones, a pesar de lo cual, y pese a haber una propuesta de cierre desde Granada a Sevilla, el zoo sigue abierto.

Consideramos que la Delegación de Medio Ambiente es co-responsable de lo que ocurra en el Complejo de Peña Escrita, donde hay muchos animales peligrosos y las medidas de seguridad no son ni mucho menos las que exige la Ley 31/2003, de 27 de octubre, de conservación de la fauna silvestre en los parques zoológicos.

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hipopótamo
En una «bañera» llena de excrementos viven dos enormes ejemplares.

En esta Ley se contempla el cierre inmediato de las instalaciones cuando se produzcan infracciones graves como por ejemplo, el que no haya personal especializado en el manejo de los animales. La mayor parte de los trabajadores son peones agrícolas contratados gracias al Plan de Fomento de Empleo Agrario que están siendo utilizados en trabajos peligrosos como la alimentación y cuidado de los animales, así como el mantenimiento y la vigilancia de las jaulas, comederos o vallas.

Cualquiera que se dé una vuelta por las instalaciones comprobará las deficiencias en bienestar de animales como los hipopótamos, que comparten una ridícula bañera llena de excrementos, o los enormes osos tras una valla que no garantiza nada en caso de ataque de estos animales.

Estamos en contacto con organizaciones de defensa de los animales europeas para que presionen a nuestras administraciones a ver si, por vergüenza al menos, cumplen la ley y cierran para siempre ese simulacro de Parque zoológico que nunca debió de iniciarse.

Si no se consigue, recurriremos a la vía judicial contra la administración responsable por clara dejación de funciones.